"Así como Néstor y después yo, Perón y Evita fueron las dos personas más difamadas, atacas y ultrajadas de toda esta historia", afirmó la presidenta argentina en un gran acto.

La presidenta argentina Cristina Fernández ratificó en la noche de este sábado el rumbo de su gobierno y reivindicó los logros desde el 25 de mayo de 2003 cuando asumió su antecesor y esposo, Néstor Kirchner, y sostuvo que para los argentinos "esta es una década ganada".

"Mal que les pese, ésta es una década ganada", enfatizó Fernández de Kirchner durante un acto público que lideró en la Plaza de Mayo, tradicional centro cívico argentino, aunque aclaró que "no fue una década ganada por un gobierno, sino ganada por un pueblo".

La mandataria, que agradeció a la multitud "por (concurrir a) esta plaza de la alegría, del amor por la patria y al otro", destacó que el acto se diferenció de otras convocatorias y resaltó que quienes allí se encontraban "no venimos a insultar ni agraviar, sino a festejar el Día de la Patria".

El discurso de la Jefa de Estado coincidió con una década de los Kirchner en el poder y las celebraciones por el 203 aniversario de la independencia de Argentina de España y por ello se celebró un acto que fue acompañado por una multitud que colmó los alrededores de la Casa Rosada, la sede del Gobierno.

Cristina Fernández, que fue la única oradora del acto, aseguró que el de hoy "no fue un día fácil" porque le trae el recuerdo de la asunción de Néstor Kirchner, su esposo y antecesor, quien falleció el 27 de octubre de 2010.

"En este nuevo aniversario de nuestra querida patria, quiero confesarles que surgen en mi también otras imágenes porque hace exactamente diez años mi compañero de vida y de militancia asumía la presidencia", dijo Fernández visiblemente emocionada.

En ese contexto, recordó con tono de invocación: "¡Qué paradoja! (Néstor Kirchner) Fue el presidente menos votado de todos los procesos democráticos, y sin embargo vino a encabezar el proceso de transformación y cambio más importante de las últimas décadas".

Inmediatamente después, Cristina Fernández ensayó un recorrido histórico en cuyo transcurso sostuvo que "el peronismo (en 1943) vino a cambiar definitivamente la historia del país" y remarcó que sus fundadores tanto Juan Domingo Perón como su esposa, Eva Duarte, "les enseñaron a los argentinos que al lado de cada necesidad había un derecho".

"Así como Néstor y después yo, Perón y Evita fueron las dos personas más difamadas, atacas y ultrajadas de toda esta historia", afirmó la Jefa de Estado.

Sin embargo, agregó: "No me quejo. (Porque) Eso pasa cuando uno afecta intereses o crea la Asignación Universal por Hijo para que nadie más contrate a alguien por dos pesos".

"Antes de que llegara el peronismo había explotación en el país, se le pagaban dos monedas a los trabajadores y no había vacaciones ni aguinaldo. Entonces, ¿cómo entonces no iban a ser combatidos?", se preguntó.

Luego de enumerar las medidas más importantes de la gestión gubernamental que inició Néstor Kirchner y ella continuó, Cristina Fernández sostuvo que "todavía queda mucho por hacer" y, en ese sentido, destacó que "seguimos peleando; pero ya no por la libertad,sino por la igualdad, porque ese el gran signo de esta década y de las que vendrán".

La presidenta pidió además a los argentinos que peleen para que esas conquistas no les sean quitadas y para ello, exhortó: "quiero convocarlos para que a esta década ganada le siga otra década más en que los argentinos sigan ganando también".

Asimismo, la jefa d eEstado agregó: "Quieren dividirnos, instaurar un clima de insulto y odio permanente. Pero conmigo no van a poder. No van a escuchar una sola palabra de ofensa, sí de ideas o de debate. El odio no une las mentes", en alusión a adversarios que no precisó.

La mandataria recordó una vez más el día en que Néstor Kirchner asumió la Presidencia y, desde esa evocación, agradeció "el acompañamiento de todos los argentinos que creen en el proyecto, pero también a los que son respetuosos y tienen ideas distintas".

La mandataria se despidió de la multitud con una invocación: "Sólo les pido, no en nombre mío sino en nombre de los que se fueron y de sus propios hijos, que sepamos disentir con respeto, sin ofensas. Hay que darle a nuestros hijos una patria mejor".