Reina Luisa Tamayo, la madre de Orlando Zapata, dijo este sábado que un forense del Ministerio de Salud Pública la visitó el viernes para informarle que el gobierno decidió exhumar los restos de su hijo.

La Habana. Cuba entregaría la próxima semana los restos del fallecido preso político Orlando Zapata a su madre, una condición impuesta por la mujer para marchar al exilio.

Reina Luisa Tamayo, la madre de Zapata, dijo este sábado que un forense del Ministerio de Salud Pública la visitó el viernes para informarle que el gobierno decidió exhumar los restos de su hijo.

"Quedamos en que el lunes estamos dispuestos a sacar el cadáver de mi hijo y luego nos trasladan a La Habana para la incineración", dijo Tamayo por teléfono a Reuters desde su casa en Banes, en la oriental provincia de Holguín.

"Todo tiene que ser a la vista de esta madre", agregó la mujer, que viajararía con 15 miembros de su familia hacia Estados Unidos.

Zapata murió el 23 de febrero luego de 85 días en huelga de hambre para reclamar mejores condiciones de detencion, desatando una ola de criticas internacionales sobre los derechos humanos en Cuba.

Cuba había ofrecido la salida del país a Tamayo y su familia pero la mujer había dicho que sólo saldría de Cuba con los restos de su hijo.

"Nunca hubiera querido abandonar mi país (...) tomé la decisión de irme por los hijos que me quedan y por mi nieto", agregó.

Pero Tamayo dijo, en cambio, que aún no tiene las visas estadounidenses ni otros detalles de su eventual salida del país.

"Hemos pedido reunirnos con la Iglesia (Católica) para que nos aclare todo esto porque aún no tenemos en la mano ningún papel", agregó Tamayo.

Tras la muerte de Zapata el cardenal cubano Jaime Ortega y el presidente Raúl Castro iniciaron un inusual diálogo sobre derechos humanos que consiguió un acuerdo de excarcelación de medio centenar de disidentes presos desde el 2003.

Hasta la fecha fueron liberados 41 de ellos que viajaron a España y otros países con sus familiares.

Aún permanecen encarcelados 11 disidentes del mismo grupo condenado en el 2003 a penas de entre 6 y 28 años, quienes no aceptaron la condición de marcharse al exilio.

El gobierno cubano considera a sus opositores mercenarios al servicio de su enemigo Estados Unidos y ha dicho que no responderá a presiones ni chantajes.