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Cubanos se alistan para anhelada flexibilización de viajes al exterior
Jueves, Enero 10, 2013 - 13:39

No se espera un éxodo masivo porque los bajos salarios locales y los requisitos de visados son una traba real, así como las esperanzas que encienden las reformas económicas emprendidas por el presidente Raúl Castro.

La Habana. Con documentos en sus manos y sueños de conocer el mundo, muchos cubanos se apresuraban a sacar sus pasaportes para disfrutar desde el lunes la anhelada flexibilización de la política de viajes al exterior, que por más de medio siglo han estado restringidos.

No se espera un éxodo masivo porque los bajos salarios locales y los requisitos de visados son una traba real, así como las esperanzas que encienden las reformas económicas emprendidas por el presidente Raúl Castro.

Pero la reforma catalizará las demandas populares por cambios al sistema socialista de la isla caribeña, según expertos.

El cambio en la legislación anunciado en octubre es considerado una de las más populares entre los más de 300 que ha impulsado el gobierno, en su intento por mantener a flote una economía que ha tenido que abrirse al sector privado y a transacciones comerciales que por años estuvieron limitadas.

"La libertad de viajar es un multiplicador de derechos (...)La medida que empieza el 14 de enero reforzará las demandas por más reformas y liberalización económica y política", dijo Arturo López-Levy, un experto en temas cubanos basado en la Universidad de Denver, en Estados Unidos.

Desde esa fecha, la mayoría de cubanos podrá viajar al extranjero sin tener que cumplir con costosos y molestos trámites como el permiso de salida y la carta de invitación que el gobierno impuso para protegerse del "robo de cerebros" e impedir el constante éxodo que sufre desde la revolución de 1959 liderada por Fidel Castro.

Sin embargo, López-Levy considera alarmistas los pronósticos de una estampida. En algunos países, como en Estados Unidos, surgieron preocupaciones por la llegada de cubanas, que durante las últimas décadas han huido por cientos de miles a la mayor economía del mundo.

"Lo que se trata ahora no es de una crisis o shock temporal sino de un cambio estructural permanente (...) Mi pronóstico es que el mayor incremento será en la emigración circular de los que viajan y regresan a Cuba, aún cuando adquieran residencia o nacionalidades en otros países", dijo.

Visitar, conocer y trabajar. Cubanos consultados esta semana dijeron que la ley los hace más libres y que buscarían formas de viajar para trabajar temporalmente en el exterior, visitar a familiares o simplemente ver el mundo del que han estado aislados.

"Mi objetivo no es quedarme en ningún país (...) Quiero salir para mejorar la vida de mis hijos, mi madre, mi esposa, la mía. Por mucho que yo trabaje aquí, por mucho café que yo venda, nunca voy a ganar lo que haría en uno de esos países en un mes", dijo Rubén Osorio, de 45 años, mientras esperaba su pasaporte en una céntrica oficina de inmigración en La Habana.

El cocinero, uno de los cerca de 400.000 empleados privados que tiene la isla, dijo a Reuters que intentará viajar a Angola o a Venezuela para trabajar por uno o dos años. En Angola busca además reencontrarse con amigos que conoció cuando viajó como soldado en 1987.

Como muchos cubanos, no quiere quedarse en el exterior por siempre y eso lo permite la nueva ley al extender de 11 meses a dos años el tiempo legal de permanencia en otro país sin perder sus propiedades y bienes en la isla.

La ley también permite que los niños viajen como turistas, establece un mecanismo formal para la repatriación de emigrados y admite el regreso temporal de cubanos que salieron ilegalmente de la isla o que han sido considerados desertores por abandonar sus misiones oficiales en el extranjero.

Analistas sostienen que la ley avanza en materia migratoria, pero quedan pendientes temas como un eventual reconocimiento de la doble ciudadanía, el otorgamiento de derechos y facilidades a los emigrados para la inversión y un mejor clima para atraer capitales.

"Genera un tipo de emigrante más acorde con las necesidades políticas y económicas (... pero) no se trata de una emigración apolítica y simplemente obediente como algunos piensan. Sino un tipo de emigración que hacia el futuro dispondrá de mecanismos e instrumentos para ser más exigente con su país de origen", escribió en su blog Esteban Morales, un analista local.

PASAPORTE Y VISA

Según las nuevas reglas migratorias, los cubanos sólo necesitarán a partir del lunes el pasaporte a un costo de 100 dólares, casi el doble que el costo actual. Pero como muchos latinoamericanos deberán obtener visas de entrada para la mayoría de los países del mundo.

Quedan excluidos de estos derechos determinadas personas consideradas "vitales" por razones de "interés público" o de "defensa y seguridad nacional", entre ellos científicos, dirigentes, deportistas de alto rendimiento y militares.

Las autoridades migratorias han dicho que los cubanos considerados "vitales" que están impedidos de viajar son pocos y serán informados de su condición y de las causas que los obligaría a solicitar autorización especial.

Cifras oficiales indican que entre el 2000 y mediados del 2012 viajaron al exterior por asuntos personales 941.953 cubanos y de ellos el 12,8 por ciento no retornó a la isla. En igual período viajaron 156.068 graduados universitarios, el 10,9 por ciento de los cuales no volvió, según cifras del Gobierno.

Tras ser anunciada la ley, no quedaba claro si alcanzaría a los médicos formados por la revolución, sostenes de los servicios de salud gratuitos dentro de la isla y una de las principales fuentes de ingreso de divisas al país como parte de la oferta de servicios profesionales a países aliados.

Médicos cubanos, que sólo podían viajar en misiones y a eventos oficiales pero no como turistas, expresaron entusiasmo tras conocer que se verán beneficiados con la nueva ley, que les permitirá disfrutar de vacaciones en el extranjero sin tener que solicitar permisos especiales.

"Es una medida muy justa porque nos iguala con el resto de la sociedad. En momentos previos, cuando no se les permitía (viajar) a los médicos, nos sentíamos marginados", dijo Eduardo Durán, un médico de 44 años de una policlínica en el barrio de Mantilla, en la periferia de La Habana.

"Eso va a beneficiar porque va a evitar que un médico tenga ansiedad por emigrar hacia otro país", agregó, animado porque podrá visitar a familiares y asistir a cursos en otras naciones.

Durán, así como el resto de los profesionales de la isla, enfrenta ahora no sólo el desafío de obtener una visa, sino que además tendrá que lidiar con los bajos salarios que paga el Estado, pese a que garantiza servicios vitales de salud y educación gratuitos.

Un médico como Durán puede ganar al mes entre 500 y 900 pesos, equivalentes a entre 20 y 40 dólares.

Otros como la bloguera disidente Yoani Sánchez, considerada por el Gobierno como mercenaria al servicio de Estados Unidos, están a la espera en conteo regresivo.

"#Cuba A solo 4 dias de la #ReformaMigratoria muchos preparan sus maletas, mientras otros se preguntan si los dejaran abordar un avion :-0", escribió en su cuenta en Twitter Sánchez, quien dijo a Reuters que solicitará el lunes su pasaporte para saber si podrá o no viajar después de que le negaran el permiso de la salida varias veces en el pasado.

Autores

Reuters