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EE.UU. niega que envío de tropas implique militarización de frontera con México
Jueves, Mayo 27, 2010 - 06:09

El embajador estadounidense dijo que los 1.200 soldados que reforzarán la seguridad fronteriza es una cifra menor, si se comparan con los 26.000 elementos de migración, aduanas y de la patrulla fronteriza.

México DF. Las tropas que Estados Unidos desplazó a la frontera con México sólo actuarán como un respaldo en la batalla que tienen otras fuerzas de seguridad contra el flujo ilegal de drogas e inmigrantes, dijo el embajador estadounidense.

En respuesta a la espiral de violencia por narcotráfico que se vive en el norte de México, el presidente estadounidense Barack Obama anunció el martes el envío de 1.200 soldados de la Guardia Nacional y una petición por US$500 millones adicionales para el resguardo de los más de 3.200 kilómetros de frontera común entre ambas naciones.

El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, dijo que el número de militares es mínimo si se compara con los 26.000 elementos de migración, aduanas y de la patrulla fronteriza.

"Esto no es una militarización de la frontera. De hecho la parte militar es relativamente menor", dijo Pascual a un grupo de corresponsales en la embajada estadounidense en México.

Las tropas actuarán básicamente como un respaldo del personal de oficina en el procesamiento de información, en lugar de ejecutar operativos para desmantelar cárteles de las drogas o de tráfico ilegal de personas.

Legisladores republicanos han criticado el plan de Obama por considerar que se queda corto en sus aspiraciones y han pedido el envío de 6.000 militares, la cantidad que el ex presidente George W. Bush mandó en el 2006.

"A pesar de que este desplazamiento inicial es un primer paso importante, el presidente no está enviando tropas suficientes", dijeron los dos senadores por Arizona, los republicanos John McCain y Jon Kyl, quienes presentaron una iniciativa que busca obligar a Obama a enviar más soldados.

A los legisladores les preocupa la violencia fronteriza.

Más de 23.000 personas han muerto como consecuencia de las batallas entre las organizaciones delictivas y sus enfrentamientos con agentes federales y el ejército, desde que el presidente mexicano asumió el poder a finales de 2006.

Las sangrientas batallas y tiroteos a plena luz del día con armas automáticas se han vuelto una escena común en lugares del norte de México como Ciudad Juárez, pero aún no en Estados Unidos, según Pascual.