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Egipcios votan en una difícil segunda ronda de las elecciones presidenciales
Sábado, Junio 16, 2012 - 11:01

Aunque los egipcios eligen a su líder por primera vez en una historia que se remonta a la época de los faraones, la euforia que acompañó al derrocamiento de Mubarak el 11 de febrero de 2011 ha dejado paso al agotamiento y a la frustración tras una transición desordenada y violenta supervisada por generales del ejército.

El Cairo. Los egipcios hicieron fila este sábado para elegir a su nuevo líder en las primeras elecciones presidenciales libres de su historia, enfrentándose a una difícil decisión entre los conservadores islamistas y un ex funcionario militar que fue primer ministro con el depuesto presidente Hosni Mubarak.

Aún recuperándose del fallo judicial que hace dos días disolvió el nuevo Parlamento dominado por los Hermanos Musulmanes, muchos se cuestionan si los militares que hace un año hicieron a un lado a su compañero Mubarak para aplacar las protestas prodemocráticas de la Primavera Árabe, cumplirán el compromiso de dejar gobernar a los civiles.

Sin parlamento ni una nueva Constitución que defina los poderes del presidente, las elecciones del sábado y el domingo no resolverán tampoco el asunto, dejando a los 82 millones de egipcios, inversiones extranjeros y aliados del país en Estados Unidos y Europa con inseguridad sobre el tipo de Estado en que se convertirá la nación árabe más poblada.

Para aquellos que prefirieron a los centristas laicos, los izquierdistas y los islamistas moderados que perdieron en la primera vuelta, los dos hombres que siguen en la carrera electoral suponen una elección de extremos con sabor desagradable.

Algunos de los 50 millones de votantes egipcios dijeron que preferían estropear sus papeletas antes que respaldar a Ahmed Shafik - de 70 años, ex comandante de la fuerza aérea y que fue además el último primer ministro de Mubarak - o a Mohammed Morsy, de 60 y que forma parte de los Hermanos, el enemigo en la clandestinidad de la dictadura militar durante seis décadas.

Pero muchos están decididos a hacer oír su voz. En algunos centros de votación, que abrieron a las 08.000 horas, se formaron filas temprano en la primera de las dos jornadas que durará esta segunda fase de la elección. Los resultados podrían conocerse el domingo por la noche.

"Voy a votar por Shafik. Es un militar, ex piloto y comandante de guerra. Es exactamente lo que necesita un líder. Un militar fuerte que tenga un fuerte control del Estado y nos devuelva la seguridad", dijo Hamdy Saif, de 22 años, un estudiante que, como muchos egipcios, están desesperados por recuperar el orden tras el derrocamiento de Mubarak.

Los islamistas, que llegaron al poder tras una revuelta impulsada en sus inicios por la clase media urbana laica, desconocen su esto podría limitar la capacidad de Morsy para ampliar su atractivo más allá de las disciplinadas filas del partido.

Los Hermanos Musulmanes obtuvieron la mayoría parlamentaria en las elecciones que finalizaron en enero e inicialmente dijeron que no presentarían a un candidato presidencial, aunque cambiaron de opinión en el último minuto.

La decisión judicial que disolver el Parlamento podría ayudarlos a ganar algún simpatizante más.

"Iba a votar por Shafik pero después de la disolución del Parlamento cambié de opinión y votaré a Morsy", dijo Ahmed Attiya, un técnico de 35 años, en el barrio de Zamalek. "Shafik representa la contrarrevolución", afirmó.

Críticos denunciaron que el fallo sobre el Parlamento era un golpe de Estado y lo compararon con el inicio de la guerra civil argelina, cuando los militares anularon las elecciones que ganaron los islamistas hace 20 años.

Aunque los egipcios eligen a su líder por primera vez en una historia que se remonta a la época de los faraones, la euforia que acompañó al derrocamiento de Mubarak el 11 de febrero de 2011 ha dejado paso al agotamiento y a la frustración tras una transición desordenada y violenta supervisada por generales del ejército.

Autores

Reuters