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Ejército egipcio pide unidad mientras la crisis se extiende
Martes, Diciembre 11, 2012 - 15:55

El jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa Abdel Fattah al-Sisi pidió una reunión para alcanzar "la unidad nacional por el amor a Egipto, para reunir a las partes en presencia del presidente de la República", dijo un portavoz del Ejército.

El Cairo. El Ejército de Egipto pidió el martes que se lleven adelante conversaciones para alcanzar la unidad nacional y terminar con la creciente crisis política en el país, poco después de que un préstamo vital de US$4.800 millones del Fondo Monetario Internacional al país fuera retrasado.

La reunión prevista para la tarde del miércoles, fue convocada en respuesta a la creciente serie de protestas que se desataron desde que el presidente Mohamed Mursi se autoadjudicó poderes especiales a fines de noviembre para aprobar una nueva Constitución redactada por sus aliados islamistas.

El jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa Abdel Fattah al-Sisi pidió una reunión para alcanzar "la unidad nacional por el amor a Egipto, para reunir a las partes en presencia del presidente de la República", dijo un portavoz del Ejército.

Un aliado dijo que Mursi respaldó el pedido. Los Hermanos Musulmanes informaron que irán a la reunión, mientras que la principal alianza opositora dijo que decidiría el miércoles si va al encuentro.

Más temprano el martes, el ministro de Finanzas dijo que el préstamo de US$4.800 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Egipto será retrasado hasta el mes próximo, lo que intensifica la crisis política en la nación más poblada del mundo árabe.

El ministro Mumtaz al-Said dijo que la demora en el acuerdo del préstamo apunta a generar tiempo para explicar al pueblo un paquete de medidas de austeridad económica duramente criticado.

El anuncio llegó luego de que Mursi diera marcha atrás el lunes a una serie de aumentos impositivos, considerados vitales para que el préstamo sea concedido, horas después de ser anunciados.

Grupos de la oposición habían criticado ferozmente el paquete impositivo, que incluía gravámenes a bebidas alcohólicas, cigarrillos y una serie de bienes y servicios.

"Por supuesto, la demora tendrá cierto impacto económico, pero estamos debatiendo las medidas necesarias (para resolverlo) en el período por venir", dijo a Reuters el ministro, quien agregó: "Soy optimista (...) Todo estará bien, si Dios quiere".

El primer ministro Hisham Kandil añadió: "Los desafíos son económicos, no políticos, y deben ser resueltos al margen de la política". La postergación fue confirmada por el FMI.

La entidad informó en Washington que Egipto había pedido que el préstamo se extendiera "a la luz de los acontecimientos en el campo".

Crecen tensiones. En las calles de la capital egipcia, las tensiones se incrementaron luego de que nueve personas fueran heridas cuando hombres armados atacaron a manifestantes que acampaban en la Plaza Tahrir, según testigos y medios locales.

La oposición convocó a una manifestación con la que espera obligar a Mursi a posponer un referendo sobre la Constitución. Miles de personas se reunieron frente al palacio presidencial, cuyas paredes están escritas con graffitis contra Mursi.

Los partidarios del líder islámico, que quieren que la votación se realice el sábado como está planeado, también se reunieron en la capital, fijando el escenario para nuevas confrontaciones callejeras en medio de la crisis política que ha dividido a la nación de 83 millones de habitantes.

La agitación social tras el derrocamiento de Hosni Mubarak el año pasado está causando preocupación en Occidente, en particular en Estados Unidos, que ha dado a El Cairo miles de millones de dólares en ayuda militar y otros tipos de asistencia desde que Egipto firmó la paz con Israel en 1979.

La turbulencia también generó una fuerte presión sobre la economía, causando una merma de las reservas de moneda extranjera a US$15.000 millones, menos de la mitad del nivel en que estaban antes de la revuelta hace dos años.

Atacantes enmascarados. Patrullas de la policía rodeaban la Plaza Tahrir en el centro de El Cairo por primera vez desde el 23 de noviembre, poco después de que Mursi emitiera un decreto en el que se adjudicaba poderes temporales que colocaban sus decisiones por encima de la justicia y provocara fuertes protestas en Egipto.

Los atacantes en la Plaza Tahrir, algunos enmascarados, también lanzaron bombas molotov que comenzaron un pequeño incendio, dijeron testigos.

"Hombres enmascarados llegaron de repente y atacaron a los manifestantes en Tahrir. El ataque buscó disuadirnos y evitar que nos manifestemos hoy (martes). Nos oponemos a estas tácticas de terror y hoy realizaremos la protesta más grande posible", dijo John Gerges, un egipcio cristiano que dijo ser socialista.

La última ola de descontento dejó siete muertos en choques entre partidarios de los Hermanos Musulmanes y opositores.

La Guardia Republicana que protege el palacio ha tenido que usar la fuerza para alejar a los manifestantes de los muros del recinto, ahora rodeado por tanques, alambres de púas y barricadas de concreto.

El Ejército ha pedido a los bandos que resuelvan sus diferencias a través del diálogo. Para el período de realización del referendo, los militares han recibido poderes de policía de parte de Mursi, lo que les permite arrestar civiles.

Los líderes de la oposición quieren que el referendo sea pospuesto y esperan poder contar con una cantidad suficiente de manifestantes en las calles para cambiar la decisión de Mursi.

Los musulmanes, que dominaron en la Asamblea que redactó la Constitución que se someterá al voto popular, han instado a sus seguidores a salir "en millones" en una muestra de respaldo al presidente y al referendo que se sienten seguros de ganar.

La oposición considera que la Constitución en cuestión no tiene en cuenta la diversidad de la población egipcia, de la cual un décimo es cristiana.

Autores

Reuters