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El Salvador dice que la polémica ley de inmigración de Arizona es xenófoba
Viernes, Abril 30, 2010 - 07:27

El presidente Mauricio Funes afirmó que "existen estigmas contra el inmigrante de que es el responsable de los problemas de la violencia social en los Estados Unidos”.

San Salvador. El presidente de El Salvador, el izquierdista Mauricio Funes, calificó este jueves de xenófoba la nueva ley de inmigración del estado de Arizona y dijo que espera un compromiso del Gobierno de Estados Unidos para integrar a la comunidad de inmigrantes.

La semana pasada, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, promulgó la polémica ley que le exige a la policía local y estatal determinar el estado inmigratorio de una persona si existe una "sospecha razonable" de que no posee documentos.

"La ley de Arizona es una ley xenofóbica, diseñada para perseguir al inmigrante", dijo Funes a periodistas.

"Existen estigmas contra el inmigrante de que es el responsable de los problemas de la violencia social en los Estados Unidos", agregó.

Además, el mandatario dijo que espera un compromiso del Gobierno estadounidense para integrar a la comunidad latinoamericana, pero especialmente a la salvadoreña, que contribuye al desarrollo económico de Estados Unidos.

Tras la promulgación de la ley, el presidente estadounidense, Barack Obama, la calificó como un esfuerzo "equivocado" para tratar de resolver el fenómeno de la migración ilegal.

Unos 2,5 millones de salvadoreños residen en Estados Unidos, quienes mensualmente envían remesas de dinero a sus familiares.

Las remesas, que son la base económica del empobrecido país centroamericano, equivalen a 16,1% del Producto Interno Bruto (PIB).

Por su parte, el Gobierno de Nicaragua, encabezado por el presidente Daniel Ortega -un ex guerrillero izquierdista-, llamó este jueves a los organismos internacionales a pronunciarse contra la nueva ley de Arizona.

"Nicaragua hace un llamado a los organismos de Naciones Unidas y de la OEA (...) a que se pronuncien y tomen las medidas pertinentes para salvaguardar los derechos de estas poblaciones hispanas", dijo el Gobierno en un comunicado.

La ley también ha sido criticada duramente por el presidente de México, Felipe Calderón. La mayoría de los 11 millones de personas que residen ilegalmente en Estados Unidos son de origen mexicano.