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En su primer día en México, Benedicto XVI afirmó que rezará por quienes sufren la violencia
Sábado, Marzo 24, 2012 - 16:23

El papa sostuvo que “La tarea de la Iglesia es desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza a los hombres, desenmascarar el mal y las falsas promesas, desenmascarar la mentira y la estafa que están detrás de la droga”.

Excelsior.com.mx. En su primer discurso en el Bajío en México, a los pies del Cristo Rey del cerro del Cubilete, el Papa habló de la libertad religiosa e igualdad de derechos humanos para todos.

Explicó que este país, este continente, “está llamado a vivir la esperanza en Dios como una convicción profunda, convirtiéndola en una actitud del corazón y en un compromiso concreto de caminar juntos hacia un mundo mejor. (Que) continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia”.

Antes, durante el vuelo de Roma a México, el líder de los católicos instó a desenmascarar “la estafa” que representa el narcotráfico en México y llamó a hacer todo lo posible “contra ese mal destructivo” para la sociedad.

“La tarea de la Iglesia es desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza a los hombres, desenmascarar el mal y las falsas promesas, desenmascarar la mentira y la estafa que están detrás de la droga”, dijo respecto de las dificultades que afronta México en materia de seguridad.

En el viaje comentó que ante la situación socio-política de Cuba es seguidor de la iniciativa establecida por su predecesor.

“Hoy es un tiempo en el cual la ideología marxista, como fue concebida, no responde ya a la realidad y si no se puede construir un tipo de sociedad es necesario encontrar nuevos modelos.”

El Papa reza por víctimas de violencia. Al arribar a México en su primera visita apostólica, el papa Benedicto XVI afirmó que rezará por quienes sufren por la violencia, encomendando la paz del país a Cristo y a la Virgen de Guadalupe.

“Rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas realidades, resentimientos y formas de violencia”, enfatizó.

Antes, durante el vuelo de Roma a México, el jerarca religioso instó a desenmascarar “la estafa” que representa el narcotráfico en México y llamó a hacer todo lo posible “contra ese mal destructivo” para la sociedad.

“Debemos hacer lo posible contra este mal destructivo para la sociedad y para nuestra juventud, diría que la primera acción es anunciar a Dios”, dijo al responder una pregunta relacionada con las dificultades que afronta México en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico.

“Tarea de la Iglesia es educar las conciencias a la responsabilidad moral, desenmascarar la idolatría del dinero que esclaviza a los hombres, desenmascarar el mal y las falsas promesas, desenmascarar la mentira y la estafa que están detrás de la droga”, agregó.

A las 16 horas con 25 minutos de ayer, el papa Benedicto XVI pisó suelo mexicano al descender del Boeing 777 de Alitalia, que lo condujo del aeropuerto Leonardo Da Vinci de Roma-Fiumicino hasta el Bajío mexicano.

El avión tocó suelo a las 16:12 horas del Aeropuerto Internacional de Guanajuato, portando las banderas de México y del Estado vaticano. Al pie de las escalinatas lo esperaba el presidente Felipe Calderón, acompañado de su esposa Margarita Zavala, del nuncio apostólico, Christophe Pierre y de cardenales, arzobispos y obispos mexicanos.

Los fieles católicos congregados en el aeropuerto ubicado en Silao coreaban: “¡Benedicto, hermano, ya eres mexicano!”, “!Sí, sí, sí, el Papa ya está aquí!” y “Benedicto XVI, ya eres un leonés”, así como “!México, siempre fiel!”

El Papa emocionado, agradeció el recibimiento y dijo continuar con la encomienda evangelizadora que le dejó su predecesor, Juan Pablo II, quien visitó en cinco ocasiones México, aunque no pisó el Bajío.

“Ya sé que estoy en un país orgulloso de su hospitalidad y deseoso de que nadie se sienta extraño en su tierra. Lo sé, lo sabía, pero ahora lo veo, lo siento muy dentro del corazón”, manifestó el obispo de Roma.

El director de la Sala de Prensa de El Vaticano, Federico Lombardi, dijo que el Papa llegó a México con buena salud y que su intención es continuar con la misión de Juan Pablo II.

Habla de libertad religiosa. En su primer discurso en México, en el Bajío, a cerca del Cristo Rey del cerro del Cubilete, el papa Benedicto XVI habló de la libertad religiosa e igualdad de derechos humanos para todos.

“Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida.

“Así podrán compartirla con los demás, como misioneros entre sus hermanos, y ser fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad.

“Como peregrino de la esperanza, les digo con San Pablo: no se entristezcan con los que no tienen esperanza, la confianza en Dios ofrece la certeza de encontrarla”, indicó.

El obispo de Roma afirmó que con esta breve visita “deseo estrechar las manos de todos los mexicanos y abarcar a las naciones y pueblos latinoamericanos, bien representados aquí por tantos obispos, precisamente en este lugar en el que el majestuoso monumento a Cristo Rey, en el cerro del Cubilete, da muestra de la raigambre de la fe católica entre los mexicanos.

“Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida”, agregó.

El Papa recordó que “la confianza en Dios ofrece la certeza de encontrarlo, de recibir su gracia, y en ello se basa la esperanza de quien cree. Y, sabiendo esto, se esfuerza en transformar también las estructuras y acontecimientos presentes poco gratos, que parecen inconmovibles e insuperables, ayudando a quien no encuentra en la vida sentido ni porvenir”.

Explicó que este país, este continente, “está llamado a vivir la esperanza en Dios como una convicción profunda, convirtiéndola en una actitud del corazón y en un compromiso concreto de caminar juntos hacia un mundo mejor. Como ya dije en Roma, continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia”.

Pide cambio de régimen para Cuba. Asimismo, en el vuelo de Roma a México, el papa Benedicto XVI comentó que ante la situación sociopolítica de Cuba es seguidor de la iniciativa establecida por su predecesor, el Papa Juan Pablo II, cuando hace 14 años visitó la isla.

“Hoy es un tiempo en el cual la ideología marxista, como fue concebida, no responde ya a la realidad y si no se puede construir un tipo de sociedad es necesario encontrar nuevos modelos, con paciencia y en modo constructivo.

“Es en este proceso, que exige paciencia pero también decisión, que queremos ayudar en un espíritu de diálogo, para evitar traumas y para contribuir a ir hacia una sociedad justa como la deseamos para todo el mundo”, argumentó.

Aclaró que la Iglesia católica no es un poder político, no es un partido, sino una realidad inspirada en el Evangelio, una autoridad moral.

Su tarea es educar en la conciencia y así crear la responsabilidad necesaria, educar las conciencias sea en la esfera individual sea en la esfera pública, sostuvo.

Reúne a políticos y empresarios. Obispos católicos y ortodoxos, políticos, integrantes del gabinete del presidente Felipe Calderón, empresarios, estudiantes de escuelas católicas y habitantes de Guanajuato se dieron cita para recibir al papa Benedicto XVI, en su primera visita apostólica al país.

En primera fila en la salutación al jerarca religioso acompañaron al primer mandatario su esposa Margarita Zavala, y sus tres hijos María, Luis Felipe y Juan Pablo.

Estuvieron los colaboradores del mandatario como los secretarios Alejandro Poiré (Segob), Patricia Espinosa (SRE) y José Ángel Córdova Villalobos (SEP), además del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Sergio Salvador Aguirre Anguiano, y de Guadalupe Acosta Naranjo, presidente de la Cámara de Diputados y su homólogo del Senado José González Morfín.

Entre los asistentes destacaron los gobernadores del Estado de México, Eruviel Ávila; Jalisco, Emilio González; Guanajuato, Juan Manuel Oliva; Morelos, Marco Adame; Puebla, Rafael Moreno Valle, y Durango, Jorge Herrera Caldera.

De igual manera acudieron a la ceremonia de recepción Olegario Vázquez Raña, presidente del Grupo Empresarial Ángeles (GEA) y su esposa María de los Ángeles Aldir de Vázquez Raña, así como Olegario Vázquez Aldir, director general de GEA. Acudió el empresario Patricio Slim.

De la jerarquía religiosa destacó la presencia de los cardenales Norberto Rivera Carrera, Francisco Robles Ortega y Juan Sandoval Íñiguez; así como de los arzobispos José Guadalupe Martín Rábago y Carlos Aguiar Retes. Estuvo el obispo Atenágoras de la Iglesia ortodoxa griega.

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