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Entérese de la defensa de Lula ante las acusaciones de corrupción con estos ocho puntos
Miércoles, Marzo 16, 2016 - 07:00

El ex presidente brasileño negó acusaciones corrupción alegando ser víctima de un complot y que sus compañeros solo le ofrecían un lugar para descansar. Aquí una lista de los puntos más importantes de su declaración.

El Tribunal Federal de Paraná publicó el lunes (14/03) el texto completo de la declaración que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva concedió la Policía Federal el 4 de marzo, como parte de la investigación de la operación Lava Jato. El documento contiene las respuestas que Lula dio a los agentes que le preguntaron acerca de sus conferencias, el escándalo de Petrobras y su relación con la finca de Atibaia y el triplex en Guaruja. Por momentos, el ex presidente se mostró irritado y aquí le ofrecemos algunos sus testimonios.

Triplex: Lula declaró que nunca había sido dueño de la propiedad y le dijo que no estaba interesado en el apartamento al ex presidente y miembro de la OEA, Pinheiro Leo, contratista de la obra que también está siendo investigado. También declaró que había dicho era un edificio inadecuado y pequeño para un anciano mayor como él, además de decir que creía inútil tener un apartamento en la playa.

Finca en Atibaia: El ex mandatario brasileño aclaró que la mencionada finca pertenece oficialmente a Fernando Bittar y Jonas Suassuna, y que el objetivo de los dueños era ofrecerle "un lugar para descansar y alejarse de la contaminación de Brasilia". Lula también apuntó en este tema a un escándalo generado por la prensa.

Botes a pedales: Lula declaró también sobre los botes de pedales en la finca de Atibaia que tienen el nombre de sus nietos, circunstancia que supuestamente reforzaría su vínculo con el inmueble. Según su explicación, a Marisa le habría gustado ver a sus nietos pasear tranquilamente y se mostró avergonzado de que se le planteasen cuestiones sobre esos temas.

Instituto Lula: El ex presidente aclaró que nunca pidió donaciones para no ponerse en una posición vulnerable junto a las empresas. Sin embargo, explicó que era posible que otros miembros del instituto hayan solicitado esas donaciones para las empresas investigadas en la operación. Lula también aclaró que solo era presidente de honor y que no participaba en el día a día del instituto.

Conferencias: Lula se refirió a que puso el precio de US$200.000 a sus conferencias y que para traslados al exterior solicitaba el viaje en avión privado. “Hablábamos de las buenas perspectivas de Brasil y decidimos ponerles un valor. Mis conferencias cuestan exactamente US$200.000. Ni más, ni menos (…) Y si se me contrata, tienen que pagar el avión”, dijo en la declaración.

José Dirceu. El ex presidente respondió también a preguntas sobre denuncias que involucran al ex ministro y entonces hombre fuerte del Partido de los Trabajadores con Petrobras. "Era el jefe de gabinete y cumplía con su cargo….”. Lula declaró tener conocimiento los cargos manifestando también que no los creía, a la vez que destacó el papel de José Dirceu desde el punto de vita político.

Acusaciones. El ex mandatario no dudo en criticar a la prensa y al fiscal durante la declaración: "¿Un miembro del ministerio Público al servicio del Globo, el periódico O Globo, la revista Veja, haciendo insinuaciones y que yo tenga que responder?”, dijo hablando sobre las acusaciones vertidas sobre él: “Estoy harto de las acusaciones. Esto quedará aquí registrado y estoy harto de tener que responder tonterías” (…) "Creo que es el caso más complicado de la historia legal de Brasil, porque tengo un apartamento que no es mío, que no he pagado, estoy deseando recibir el dinero que un abogado dice que es mío, la revista Veja dice es mío y Folha dice que es mío… y la Policía Federal inventa la historia de triplex, con un escándalo enorme".

Pollo. Al responder a preguntas acerca de su seguridad personal, proporcionada por la Presidencia en el caso de ex jefes de Estado, Lula contó una curiosa historia que involucra al equipo que estaba a su disposición, hablando de las escaseces económicas que sufrieron durante su primer viaje a las Naciones Unidas, el 23 de septiembre de 2003. Relató que la delegación llevaba su comida y que a veces se tuvieron que prepararla en la habitación porque la dieta diaria no daba para pagar nada.

Autores

Deutsche Welle