El presidente pidió perdón a los indígenas por la violencia que ejerció la Policía contra ellos. Aseguró que el Ejecutivo no ordenó la represión y demandó una investigación.

El presidente Evo Morales pidió disculpas y perdón a la población por la violencia de la que fueron objeto los indígenas que marchaban por el Tipnis, y reiteró que ninguna autoridad de gobierno instruyó la intervención.

“Nuevamente quiero decirles a las familias víctimas (de la represión) que nos disculpen, que me perdonen. Quiero que sepan: no ha habido ninguna instrucción ni jamás habíamos pensado que podría ocurrir de esa manera, duele bastante, como víctimas que hemos sido en muchas oportunidades de la represión por la fuerza pública", expresó, en una declaración en la que añadió que comparte la indignación expresada por la población.

Movilizaciones en diferentes puntos del país manifestaron este miércoles rechazo a la intervención policial a la marcha. Los indígenas fueron sometidos a golpes, maniatados con cinta adhesiva y obligados a subir a buses, en muchas casos dejando a sus hijos perdidos en el monte.

“Quiero decirle al pueblo boliviano, con mucha sinceridad, yo, como víctima junto a muchos de mis compañeros, compañeras del trópico de Cochabamba y de Bolivia, nunca podría instruir que haya una violencia como la realizada en Yucumo”, insistió.

Un día después del operativo policial del domingo, el Mandatario anunció que se suspenderá el proyecto del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, hasta tanto se realice una consulta departamental, municipal o comunal que defina si va o no el proyecto.

También criticó a los medios de comunicación por difundir información de muertos que no fueron confirmadas. “Dijeron que había muertos, heridos, desaparecidos, pero no presentan pruebas. Hablan de seis muertos, nueve, un niño fallecido, ¿dónde está?, no hay pruebas".