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Ex canciller: México debería pagar mucho más a su policía para acabar con la violencia
Viernes, Julio 28, 2017 - 09:10

La segunda mayor economía de América Latina va rumbo a registrar este año su índice de homicidios más alto desde que comenzaron los registros modernos, y la violencia ha invadido áreas que hasta hace poco habían estado a salvo, incluida la Ciudad de México.

México debe mejorar significativamente los salarios y las condiciones de vida de su policía para poner fin a la violencia crónica de los cárteles de la droga que afecta al país, dijo un excanciller que ahora aspira a la presidencia.

La segunda mayor economía de América Latina va rumbo a registrar este año su índice de homicidios más alto desde que comenzaron los registros modernos, y la violencia ha invadido áreas que hasta hace poco habían estado a salvo, incluida la Ciudad de México.

El aspirante presidencial Luis Ernesto Derbez, quien fue secretario de Economía y canciller durante el gobierno del expresidente Vicente Fox (2000-2006), dijo que México debe acabar con la enorme impunidad que existe y fortalecer a su policía para darle la vuelta a la situación que vive.

"Mi propuesta es pagarles 25,000 pesos mensuales (US$1.410)", dijo Derbez en entrevista con Reuters tarde el miércoles, al referirse al pago mínimo que deberían tener los policías.

"Un policía digno merece un sueldo digno", añadió.

Un estudio del Gobierno divulgado en mayo de 2016 mostró que el salario promedio de entrada para un oficial de policía era de 10,434 pesos (588 dólares) al mes, aunque algunos en los estados más pobres podían ganar apenas 5,350 pesos (302 dólares) mensuales.

Derbez tiene aún un largo camino por recorrer para lograr obtener la candidatura del derechista Partido de Acción Nacional (PAN) a las elecciones presidenciales del 2018, tras abandonar la política al terminar el gobierno de Fox.

Su propuesta probablemente suscitará un debate sobre cómo poner fin al derramamiento de sangre que mancha la reputación de México en el mundo.

El presidente Enrique Peña, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hizo de la pacificación del país su máxima prioridad cuando asumió el cargo en diciembre de 2012.

El Gobierno de Peña logró reducir inicialmente las muertes relacionadas con los cárteles del narcotráfico, pero se ha visto inundado cada vez más por la violencia. La ley le impide buscar un segundo periodo, pues en México no existe la reelección.

Baja confianza en la policia. Una mala paga junto con amenazas y sobornos de las bandas criminales ha agravado la corrupción en la policía mexicana, socavando la ya débil confianza en las fuerzas de la ley.

Posiblemente la mayor crisis de la administración de Peña ha sido el secuestro y aparente masacre de 43 estudiantes de magisterio a manos de policías que trabajaban para una banda del narcotráfico en septiembre del 2014 en el violento estado de Guerrero, al sur del país.

Derbez dijo que para romper la colusión con la delincuencia, las familias de los policías deberían tener acceso a mejores servicios de salud y educación, a manera de estímulo para asegurar el cambio en su conducta, pero también los agentes deberían someterse a pruebas regulares y rigurosas de control de confianza.

Cualquier policía que se asocie con delincuentes debería enfrentar sanciones muy duras, ir directamente a la cárcel y perder todos los beneficios para sus familias, agregó.

Derbez estimó que su plan costaría 300,000 millones de pesos (16,900 millones de dólares) anuales y podría financiarse con la reasignación de recursos de programas sociales.

En términos de dólares, la suma es equivalente a aproximadamente el 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México en el 2016.

Los beneficios más que justifican el gasto, dijo Derbez, citando estudios que sugieren que el costo total para México de la violencia excede el 10 por ciento del PIB.

El excanciller estimó que la prioridad número uno es mejorar a la policía en las grandes ciudades, las ciudades fronterizas y especialmente las principales zonas turísticas.

El mejor lugar para comenzar es el puerto de Acapulco, donde la violencia endémica ha convertido esa zona en "una mancha para la imagen de México en el mundo".

Autores

Reuters