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Felipe González: "Venezuela es un ejemplo de democracia traicionada"
Miércoles, Septiembre 9, 2015 - 15:11

Sobre la situación que se vive en Venezuela y los procesos contra opositores habló Felipe González en entrevista con Jenny Pérez Schmidt, de DW, este miércoles, en Madrid.

En medio de acusaciones de intervencionismo, el ex presidente español Felipe González asume la defensoría legal externa de los opositores venezolanos encarcelados. Sobre eso queremos conversar en esta ocasión con él.

-¿Por qué es usted quien asume esta misión?

-Bueno, alguien lo tiene que hacer ¿verdad? Venezuela es un ejemplo de democracia traicionada. El gobierno gana por los votos y después no respeta la legalidad. Persigue a los oponentes políticos, destruye la economía, somete al país más rico de América Latina a una absoluta escasez, no asume su responsabilidad, se busca conflictos con Colombia, antes con Guyana, que no existen, todo para justificar su propio fracaso temiendo las elecciones del 6 de diciembre. Alguien tiene que decirlo con claridad.

-¿Fue una decisión del ex presidente español o del abogado?

-No, fue una decisión de un responsable político que durante toda su vida ha tenido un compromiso fuerte con la democracia en España y en América Latina. Y nos hemos pasado décadas intentando, en España y en América Latina, que se construya una democracia que respete el pluralismo político y que no tenga presos políticos como tiene hoy día Venezuela.

-¿Qué cree usted que va a pasar en los próximos juicios tanto de Antonio Ledezma como Leopoldo López, considerando las graves acusaciones que pesan sobre ellos?

-Si dependiera de un funcionamiento independiente de la Justicia, yo en este momento no estaría preocupado. Pero sé que depende no de una Justicia independiente, que no existe, si no de una decisión del poder ejecutivo, que asume los poderes de la asamblea también, dicen que por delegación, y el poder judicial. Por tanto, temo que el poder ejecutivo decida condenar a López, condenar a Ledezma, condenar a Ceballo, condenar al resto de los presos políticos. Lo de López puede ser ya. Puede haber una condena. Le aseguro que ni desde el punto de vista de las garantías del procedimiento, ni desde el punto de vista del fondo de la cuestión se puede declarar culpable a Leopoldo López ni a los demás.

Yo he pasado por un juicio político, en el Tribunal de Orden Público de Madrid. Incluso durante la dictadura de Franco era inimaginable que un juicio público no permitiera la entrada de representantes por ejemplo de la Unión Europea. Eso está pasando en Venezuela. Y se lo digo, porque yo lo he pasado, que en el juicio del Tribunal Público durante el franquismo que me hicieron a mí, en primera fila estaba Hans Matthöfer, ministro de Justicia del gobierno alemán. Ni siquiera esa garantía existe en Venezuela.

-En caso de una eventual culpabilidad de los acusados, ¿qué podría pasar con Venezuela internamente?

-Internamente no hay nadie que quiera o pretenda otra cosa que no sea diálogo y reconciliación. Lo que espero que pase es que el 6 de diciembre las elecciones para la asamblea parlamentaria sean razonablemente limpias, con veeduría internacional y sin eliminación de adversarios molestos. Y que sea la elección la que vaya cambiando la situación y fuerze un diálogo para la reconstrucción de Venezuela.

-¿Ve usted a todo esto posibilidades de cambio en las próximas legislativas en diciembre y si es así, de qué manera lo podría enfrentar el país?

-Repito, si las elecciones son claras, limpias, de igualdad de oportunidades, es absolutamente seguro que el gobierno del señor Maduro perderá esas elecciones. De hecho tiene un apoyo cada vez más reducido de una población a la que está conduciendo al hambre, a la escasez, al contrabando de alimentos y de medicamentos. Por tanto, él sabe que va a perder las elecciones del 6 de diciembre. Por eso se crea un conflicto con Colombia, por eso declara estado de excepción en el Táchira, suprimiendo garantías constitucionales, por eso se busca algo tan clásico como un conflicto interno para que la gente lo apoye. Pero los venezolanos no caen en la trampa.

Autores

Deutsche Welle