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Fiscal General de Guatemala persigue a ex dictador y a bandas de narcotráfico
Miércoles, Mayo 30, 2012 - 13:49

Desde que Claudia Paz y Paz fue nombrada fiscal general de Guatemala hace 18 meses, el descanso del ex dictador Efraín Ríos Montt se vio interrumpido por los esfuerzos de la mujer para que responda por las atrocidades cometidas durante el conflicto armado más sangriento de la historia moderna de A. Latina.

Ciudad de Guatemala. Efraín Ríos Montt se salvó por casi 30 años de haber sido enjuiciado por las masacres perpetradas durante su gobierno militar en los tiempos de la guerra civil de Guatemala, hasta que una diminuta mujer con voz suave entró en su vida.

Desde que Claudia Paz y Paz fue nombrada fiscal general de Guatemala hace 18 meses, el descanso del ex dictador se vio interrumpido por los esfuerzos de la mujer para que responda por las atrocidades cometidas durante el conflicto armado más sangriento de la historia moderna de América Latina.

En enero, a instancias de su despacho, un juez ordenó juzgar a Ríos Montt por genocidio y crímenes de lesa humanidad, pero el caso quedó en suspenso por las apelaciones presentadas por sus abogados.

Sus detractores temen que el general de 85 años no ocupe el banquillo de los acusados mientras su equipo legal pueda seguir demorando el proceso.

Sin embargo, la semana pasada otra investigación derivó en un segundo llamado a juicio por las masacres perpetradas desde el Estado bajo el mando de Ríos Montt durante 1982 y 1983.

El ex dictador niega los cargos en su contra y ha argumentado que no controlaba las operaciones en el campo de batalla y que cada comandante era responsable de las decisiones en su propio puesto.

Pero, al colocarlo bajo arresto domiciliario, Paz y Paz envió el mensaje de que Guatemala juzgará los abusos a los derechos humanos cometidos durante la guerra civil de 1960-1996 que dejó 250.000 muertos y causó profundas heridas en la nación centroamericana.

Muchos casos vinculados a la guerra civil, que se estancaron por 15 ó 20 años, también están avanzando.

El año pasado, en el primer procesamiento en la historia por una masacre en la guerra, una corte condenó a cuatro soldados a 6.060 años de prisión por la muerte de 201 personas en 1982 en la localidad de Dos Erres.

Las fuerzas especiales del Ejército mataron a casi todos los habitantes del pueblo -incluyendo mujeres y niños- usando armas o golpeándolos y los arrojaron a un pozo.

Luego le siguieron otros juicios con condenas igual de largas.

"Claudia Paz y Paz ha sido una salvadora para Guatemala. Hemos tenido sentencias que antes pensábamos que no eran posibles en nuestro país. Ahora tenemos a Ríos Montt enfrentando juicio por genocidio", dijo a Reuters Blanca Hernández, activista de derechos humanos, cuyo hijo fue detenido por las fuerzas de seguridad y desde entonces no ha sido visto por su familia.

Los esfuerzos de la fiscal para revisar el conflictivo pasado guatemalteco le han dejado varios enemigos, quienes la acusan de consentir los caprichos de izquierdistas en busca de venganza por los sufrimientos de la guerra.

Soldados retirados y sus familias han atacado a Paz y Paz diciendo que se ha centrado demasiado en los crímenes del pasado, que ha politizado a la justicia y que ha mostrado un sesgo en contra de las fuerzas armadas.

"Por su experiencia y su historia, Claudia Paz y Paz ha dejado crecer dentro del Ministerio Público a grupos con intereses particulares y se deja llevar por la presión de ellos", dijo a Reuters el abogado Telesforo Guerra, que defendió con éxito al ex presidente Alfonso Portillo en un intento de la fiscal de procesarlo por malversación el año pasado.

La oficina de la fiscal ha rechazado las críticas y aseguró que realiza su trabajo sobre la base del respeto a la ley. También apuntó que está confrontando a la violencia ilegal en el presente persiguiendo a narcotraficantes aliados con los cárteles mexicanos.

Mejoras. Con 39 homicidios por cada 100.000 personas -casi ocho veces más que la tasa en Estados Unidos-, Guatemala es uno de los países con más asesinatos en el mundo, y Paz y Paz está lidiando tanto con los crímenes actuales como con los más arraigados, con un presupuesto limitado.

Desde que comenzó su gestión en diciembre del 2010, la tasa de homicidios en Guatemala cayó en un 5% y el número de casos resueltos casi se duplicó en sólo un año.

"Hemos capturado a personas que antes se pensaban intocables", dijo la mujer de 45 años que tiene cabello ondulado. "El nivel de impunidad en nuestro país es una vergüenza. Pero hemos hecho avances en Guatemala que antes se pensaban imposibles", agregó.

Nacida en una familia de clase media, Paz y Paz estudió derecho en una universidad privada cuando la guerra civil llegaba a su fin y trabajó como asesora legal de la oficina de derechos humanos del arzobispado, que documentó testimonios de las víctimas de los abusos de las fuerzas armadas.

El director del proyecto, el obispo Juan Gerardi, fue asesinado en 1998 poco después de que sus hallazgos fueron publicados.

Paz y Paz creció entre izquierdistas de línea dura y fue nombrada fiscal general por el ex presidente de centroizquierda Alvaro Colom.

Por eso, muchos creían que perdería su puesto cuando en noviembre pasado fue electo Otto Pérez, un general de derecha retirado que comandó a las tropas durante los peores años de la guerra civil.

Pero Pérez, de 61 años, el primer militar en gobernar Guatemala desde el retorno de la democracia en 1986, ha dicho que Paz y Paz puede cumplir con el resto de su gestión de cuatro años.

Guatemala está bajo presión internacional para castigar a los responsables de las atrocidades cometidas en la guerra y Pérez prometió durante su campaña electoral que no intervendría en los casos de genocidio.

Las víctimas esperan que honre su compromiso si Ríos Montt va a juicio tal como se prevé en agosto.

Al mismo tiempo, Paz y Paz ha impulsado las investigaciones y procesado a decenas de traficantes de droga.

En febrero, Guatemala decidió que dos de los principales narcotraficantes del país fueran extraditados a Estados Unidos. Bajo su cargo, cinco de los 10 criminales más buscados fueron atrapados.

Autores

Reuters