El Fiscal General de Colombia, Eduardo Montealegre, advirtió que ese beneficio sólo es aplicable en Noruega, Cuba y el país sudamericano y busca facilitar las negociaciones de paz.

Bogotá. La Fiscalía General de Colombia informó este lunes que suspendió las órdenes de captura a 29 integrantes de la guerrilla de las FARC para facilitar la negociación de paz con el gobierno, pero advirtió que ese beneficio sólo es aplicable en Noruega, Cuba y el país sudamericano.

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) instalaron la semana pasada en Noruega una negociación de paz, con la que intentarán un acuerdo que ponga fin al conflicto interno de casi cinco décadas y que ha cobrado miles de vidas.

El diálogo se trasladará el 15 de noviembre a Cuba, donde las partes comenzarán a tratar el tema agrario.

"Si salen de La Habana sin autorización del comisionado (de paz) serán capturados en el lugar en que se encuentren. No podrán regresar al país sin autorización del comisionado", dijo a periodistas el fiscal general, Eduardo Montealegre.

El funcionario reveló que su despacho ordenó suspender 191 órdenes de captura, incluidas 132 en contra de Iván Márquez, el negociador de más alto nivel de las FARC quien enfrenta procesos y sentencias por toma de rehenes, terrorismo, rebelión y secuestro, entre otros delitos.

Montealegre reconoció que otras de las beneficiadas fue la holandesa Tanja Nijmeijer, alias "Eillen" o "Alexandra", quien tiene dos órdenes de captura, una por rebelión y otra con fines de extradición.

Sin interrupción de procesos judiciales. El fiscal general explicó que la suspensión de las órdenes de captura no implica la interrupción del proceso que se sigue a los miembros de esa guerrilla y dijo que se trata de una medida temporal que se reactivará si se rompen los diálogos o el proceso termina.

El acuerdo previo establece que el gobierno y la guerrilla tendrán hasta 10 negociadores en la mesa, de los cuales cinco serán principales y tendrán vocería. Cada delegación estará compuesta hasta por 30 representantes.

En el proceso, y bajo el principio de "nada está acordado hasta que todo esté acordado", se discutirán políticas de desarrollo agrario, garantías para el ejercicio de la oposición política, el fin del conflicto, la solución del narcotráfico y la compensación a las víctimas.

El naciente diálogo es el primer intento en más de una década para encontrar una solución a una confrontación que impide una mayor expansión a la cuarta economía de América Latina, que vive un auge petrolero y minero impulsado por la inversión extranjera.

Las FARC, consideradas terroristas por Estados Unidos y la Unión Europea, surgieron en la década de 1960 como un grupo de campesinos que reclamaba una reforma agraria.

Pero con el paso de los años se convirtieron en una poderosa máquina de guerra que, según analistas y fuentes de seguridad, se financia con dinero del narcotráfico.