Seis campesinos murieron en enfrentamientos con fuerzas de seguridad en Guatemala el 4 de octubre. El dolor de sus seres queridos será por siempre.
El ministro de Gobernación (interior) de Guatemala, Mauricio López Bonilla, negó que la policía o el Ejército hayan disparado este jueves a los campesinos que manifestaron e interrumpieron el paso en carreteras ubicadas a 180 kilómetros al este de la capital y que en un enfrentamiento dejaron a tres muertos y tres decenas de heridos.
El funcionario fue enfático en declarar que las fuerzas de seguridad no llevaban armas de fuego sino sólo bombas lacrimógenas, gas pimienta y batones, además de escudos y equipo de protección física como cascos.
La tarde de este jueves 4 de octubre, decenas de campesinos bloquearon el paso en la carretera de la aldea Xecacbox, San Cristóbal Totonicapán, para demostrar su inconformidad ante la reforma constitucional impulsada por el gobierno de Otto Pérez Molina y por el alto costo de la energía eléctrica.
López indicó que luego del bloqueo hubo una reunión con los líderes del movimiento y que el acuerdo fue que serían retirados del lugar los elementos anti disturbios de la Policía Nacional Civil y del Ejército y que en ese momento se liberaría el paso en la carretera.
Los enfrentamientos dejaron un saldo de seis personas muertas y 35 heridas, de acuerdo a la prensa local.
La situación escaló a tal punto, que tuvo que salir a explicarla el presidente Otto Pérez Molina.
Un dolor que perdurará.
Con la esperanza de levantarse.
Pobladores y personas que viajaron en la denominada "Caravana en Solidaridad con Totonicapán".
El silencio.