Pasar al contenido principal

ES / EN

Francois Hollande tendrá un corto período de gracia en Francia
Lunes, Mayo 7, 2012 - 22:09

Se espera que el nuevo presidente de Francia tome posesión el 15 de mayo. Poco después, viajará a Berlín para desafiar la política de austeridad de Alemania.

París. La luna de miel de François Hollande tras su elección como el primer presidente de izquierdas de Francia en 17 años fue breve, puesto que este mismo lunes los mercados financieros estaban ávidos de señales sobre sus políticas y sobre sus planes para enfrentarse a las medidas de austeridad impulsadas por Alemania.

El socialista moderado derrotó al presidente conservador Nicolas Sarkozy con un 51,7% de los votos en la segunda vuelta del domingo, después de una dura campaña dominada por el enfado de los ciudadanos con la crisis económica, que ha hecho caer a otros 10 dirigentes europeos desde finales de 2009.

Después de que los entusiasmados votantes socialistas celebrasen la victoria hasta las primeras horas del lunes en el centro de París, los mercados financieros se tambaleaban por el triunfo de los partidos antiausteridad en Grecia más que por la elección de Hollande, alimentando los temores sobre un nuevo capítulo en la crisis en Europa.

Hollande, que primero pronunció un discurso en el pueblo de Tulle, en el centro de Francia, antes de viajar a París para dirigirse a decenas de miles de seguidores en la histórica plaza de la Bastilla, admitió que los festejos durarían poco.

"Hay mucha alegría y orgullo, pero también recelo al asumir esta responsabilidad en un momento difícil para el país y para Europa", sostuvo.

"En cada capital, más allá de los jefes de Estado y Gobierno, hay gente que ha encontrado esperanza gracias a nosotros, quienes nos están mirando y quieren poner fin a la austeridad", declaró.

Sin embargo, su asesor principal de economía dijo que el nuevo equipo no iba a llegar al poder a "repartir dinero".

Se espera que el nuevo presidente de Francia tome posesión el 15 de mayo. Poco después, viajará a Berlín para desafiar la política de austeridad de Alemania y presionar con nuevas medidas de impulso del crecimiento, mientras crecen los temores sobre el resurgir de la crisis de deuda en la zona euro tras unas elecciones poco concluyentes en Grecia.

Los franceses despertaron con un Hollande con los brazos abiertos y grandes titulares en las portadas de los periódicos. El diario de izquierdas Libération tituló "¡Normal!", en una referencia a la nueva imagen del presidente como hombre del pueblo.

Al llegar a la sede de su campaña en París el lunes por la mañana, donde tenía previsto celebrar reuniones para la formación del nuevo gobierno, Hollande enfatizó que al menos durante los próximos días el conservador Nicolas Sarkozy seguirá en la oficina.

"Tengo que prepararme. Dije que estaba listo y ahora tengo que asegurarme que lo estoy completamente", dijo a los periodistas.

Nervios. Con los partidos contrarios a la austeridad ganando más de la mitad de los votos en Grecia, el euro descendió a niveles de tres meses contra el dólar; y el petróleo y las acciones europeas cayeron a niveles de hace 4 meses y medio.

El índice de la bolsa de París perdió un 1,5% pero la prima de riesgo que cobran los inversores franceses por los bonos a 10 años de Francia contra los seguros bonos alemanes se mantuvo prácticamente sin cambios en 127 puntos básicos. En noviembre se llegó a 191 puntos básicos en medio de temores de una contracción del crédito de la zona euro.

"Si (Hollande) realmente se niega a la estabilidad presupuestaria, si renuncia a equilibrar los balances en 2016, habrá una presión de los inversores que actualmente confían en nosotros", dijo el ministro saliente de Economía, François Baroin. Hollande ha dicho que equilibraría el presupuesto al final de su mandato de cinco años.

Bastilla. La reivindicó la plaza de la Bastilla donde manifestantes bailaron durante toda la noche en 1981 cuando François Mitterrand se convirtió en el primer presidente socialista por elección directa. Tres décadas después, una nueva generación de votantes izquierdistas hacían ondear banderas rojas. Algunos llevaban rosas, el símbolo del Partido Socialista.

Se espera que Hollande incluya algunos veteranos de confianza en su gobierno, como el primer ministro de Mitterrand Laurent Fabius pero también muchas caras jóvenes, especialmente mujeres. Su equipo económico, liderado por el ex ministro de Finanzas de centroizquierda Michel Sapin, incluye a políticos, líderes de la industria y funcionarios públicos considerados como favorables al mercado.

"Las palabras 'período de gracia' no se ajusta a la situación. Esa es la realidad", dijo Sapin, añadiendo que la prioridad sería empezar discusiones con los socios europeos de Francia.

"Nadie espera que lleguemos sencillamente al poder a repartir dinero. Eso no se corresponde con la realidad de la situación".

Economistas dicen que Hollande debe esbozar rápidamente sus planes nacionales, probablemente centrados en una gran reforma fiscal, y revisar los muy optimistas objetivos de crecimiento que ponen en peligro los objetivos de reducción del déficit.

Sus planes para ajustar una reforma que retrasó la edad de jubilación a 62 años y aumentar el salario mínimo también están preocupando a los inversores, que temen que Francia pueda alejarse del club de prestamistas del norte de Europa en los que se confía y se acerque a la periferia endeudada.

"La victoria de Hollande ya había sido asumida por los mercados, sin embargo, sus promesas hechas durante la campaña no han sido evaluadas, así que hay un riesgo a la baja si se mantiene inflexible cuando anuncie el primer paquete de medidas", dijo el gerente de fondos Christian Jimenez de Diamant Bleu Gestion en París.

"Hay una necesidad clara de fomentar el crecimiento económico en toda Europa, pero el debate ahora es cómo lograr eso sin ahuyentar a los inversores", agregó.

Sarkozy, castigado por su fracaso a la hora de controlar el desempleo que alcanzó un 10 por ciento, y por su impetuoso estilo personal, admitió la derrota solo 20 minutos después del cierre de los locales de votación el domingo, diciendo a sus partidarios que había deseado buena suerte a Hollande en momentos tan difíciles.

"Asumo la completa responsabilidad por esta derrota", manifestó Sarkozy, indicando que se retiraría de la política de primera línea.

Autores

Reuters