Según explicó ante la prensa el ministro de la Secretaría de la Presidencia de Brasil, Gilberto Carvalho, "quien intente politizar (el Mundial de fútbol) no se saldrá con la suya", en referencia a las posibles protestas, tal y como sucedió durante la pasada Copa de las Confederaciones.

Rio de Janeiro. El Gobierno brasileño se mostró confiado este miércoles en que las posibles manifestaciones que haya durante el Mundial de fútbol que se celebrará en el país entre el 12 de junio y el 13 de julio sean un fracaso porque "el pueblo sabe diferenciar las cosas".

Según explicó ante la prensa el ministro de la Secretaría de la Presidencia de Brasil, Gilberto Carvalho, "quien intente politizar (el Mundial de fútbol) no se saldrá con la suya", en referencia a las posibles protestas, tal y como sucedió durante la pasada Copa de las Confederaciones, evento previo al Mundial y en el que estalló una ola de manifestaciones populares por todo Brasil.

"El pueblo brasileño adora el fútbol y espera por el Mundial", dijo Carvalho, para quien el torneo será "una gran fiesta popular" pese a la intención de varios grupos socales de organizar manifestaciones en contra del elevado coste que tuvo la preparación del torneo para las arcas públicas.

Carvalho reconoció que el Gobierno brasileño está preocupado con las manifestaciones que pueda haber y con la imagen que saldrá proyectada al mundo del país, aunque insistió en "decirle al mundo que Brasil es un país esencialmente democrático", en el que las manifestaciones "son bienvenidas, son naturales y son una muestra de la madurez de la conciencia social y ciudadana del pueblo".

El ministro dijo que los actos violentos ocurridos en algunas de las protestas son "la importación de un modelo" ante el que el Ejecutivo pretende luchar, impulsando una ley que endurecerá considerablemente las penas aplicadas a todas aquellas personas se manifiesten en forma violenta en el país.