La medida del gobierno, enfrentado a comicios municipales en 2012 y presidenciales en 2013, ocurrió luego de que fracasaran los intentos del presidente chileno, Sebastián Piñera, por reunirse con la oposición para buscar una salida política a la crisis.
Santiago, Andina. El gobierno chileno, liderado por Sebastián Piñera, aceptó finalmente dialogar este miércoles con estudiantes y profesores, luego de dos meses de movilizaciones que derrumbaron su popularidad a mínimos históricos.
"No hay mesas de trabajo, no hay mesa de negociación, nos reuniremos para conocer cómo va a estar la agenda", alertó empero la líder universitaria Camila Vallejo, descartando acabar las protestas que este miércoles se multiplicaron en la capital y las regiones.
La medida del gobierno, enfrentado a comicios municipales en 2012 y presidenciales en 2013, ocurrió luego que hoy fracasaran los intentos de Piñera por reunirse con la oposición de centroizquierda para buscar una salida política a la crisis.
Negativa a reunirse con gobierno. La oposición, cuyo comportamiento es rechazado por un 70% de la población, decidió a último minuto no sumarse al encuentro, a exigencia de estudiantes y profesores que han movilizado a cientos de miles de personas por todo el país las últimas semanas.
La negativa a reunirse con el presidente provino además de sectores que tradicionalmente votan con el oficialismo en el Congreso, como el Partido Regionalista Independiente (PRI).
"No estamos disponibles para una nueva foto con los brazos en alto simulando haber conseguido un acuerdo, cuyo único propósito es dar un calmante a la ciudadanía", dijo Pedro Araya, presidente del PRI, partido fundado por el embajador en Argentina, Adolfo Zaldívar.
El cuadro político, cruzado por el amplio rechazo ciudadano a todas las elites políticas, obligó así al gobierno a negociaciones directas, ante la imposibilidad de trasladar el tema al Congreso.
"Si quieren acabar con las protestas, que hablen con los dirigentes sociales, que dialoguen", dijo en ese marco el presidente del Partido Comunista, Guillermo Tellier, en cuya colectividad militan los principales líderes de estudiantes y profesores.
La crisis estudiantil, que amenaza con hacer perder el año lectivo a millones de jóvenes, coincide además con protestas de mineros del cobre, usuarios del transporte público y damnificados del terremoto de 2010, el quinto más grande de la historia.
De hecho, antes de recibir la negativa de la oposición, Piñera y sus asesores pudieron ver por televisión como decenas de estudiantes acampaban frente al Congreso, pasajeros de la locomoción colectiva paraban el transporte y los mineros seguían en huelga. Todo al alba.
Los estudiantes y profesores, que fustigan la represión policial a sus actos, esperan convertir su movimiento, ampliamente apoyado según encuestas, en un referente político.
La crisis, en la que los jóvenes piden estatizar la educación pública, está cruzada por los problemas en la distribución del ingreso en Chile.
La mitad del país, miembro de la OCDE, subsiste con US$900 por hogar, mientras que las diez familias más ricas de Chile acumulan un patrimonio de US$75.000 millones de dólares.
Además, un 60% de los jóvenes menores de 24 años egresa del colegio en el segmento del 10% más pobre, mientras que esa cifra sube al 97% en el décimo más rico.
Las estadísticas oficiales añaden que sólo uno de cada seis jóvenes pobres tiene acceso a la educación superior, mientras que la relación sube a seis de diez en los hogares más ricos.
Además un joven de clase media puede egresar de la educación universitaria con una deuda de US$50.000 en pagos de mensualidades, debido a la educación publica es pagada.
