Antes de tomar el avión hacia La Habana, donde empiezan este lunes los diálogos de paz, el jefe de la delegación del gobierno reafirmó que "no habrá concesiones de carácter militar ni cese del fuego ni zonas desmilitarizadas".

El jefe de la delegación del gobierno para las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Humberto de la Calle, descartó este domingo un cese al fuego con la guerrilla, la víspera de que ambas partes retomen en Cuba el diálogo iniciado hace un mes en Noruega.

Antes de tomar el avión hacia La Habana, De la Calle reiteró que "no habrá concesiones de carácter militar ni cese del fuego ni zonas desmilitarizadas" durante las negociaciones, cerrando la puerta a una "tregua navideña" propuesta por los rebeldes.

La delegación del gobierno colombiano para las negociaciones de paz con la guerrilla viajó este domingo a La Habana para la primera ronda de diálogos que se iniciará este lunes.

El ex vicepresidente De la Calle aseguró en el aeropuerto militar de Catam, en el oeste de Bogotá, que "el cese de fuego en el pasado ha significado ventajas para la guerrilla que no se pueden repetir" en esta ocasión.

"En todo caso, el señor presidente (Juan Manuel Santos) ha dicho, y así quedó además establecido en el acuerdo, que este será un proceso rápido y eficaz. El presidente ha dicho: un proceso de meses, no de años", agregó.

Reiteró que tal como está acordado, las deliberaciones serán ininterrumpidas.

"Mantendremos permanentemente representantes nuestros en La Habana, sin perjuicio de trabajar más intensamente en ciclos entre las partes", subrayó.

Aclaró además que en La Habana se inicia un primer ciclo, una ronda de diálogos, que tardará alrededor de diez días, al término de la cual se fijará la fecha del siguiente ciclo.

"Queremos un proceso que avance con la guerrilla mediante acuerdos prácticos y que sean posibles. Un acuerdo que les dé a los colombianos resultados y no frustraciones. Uno donde quepan todas las ideas políticas tramitadas dentro de la democracia y no mediante la violencia", anotó.

De la Calle dijo además que el gobierno quiere el fin del conflicto como primer paso para avanzar en la construcción de una paz estable.

"Confiamos en que las FARC le digan a Colombia si están dispuestas también a llegar a acuerdos concretos y realistas para hacer política legal sin armas", sostuvo.

Reiteró que el propósito del gobierno es no negociar a través de micrófonos y respetar el compromiso de que los diálogos sean discretos, aunque se "comunicará oportunamente los puntos de vista en forma responsable".

El jefe negociador agregó que la sociedad podrá participar con propuestas concretas que alimenten la discusión de los puntos acordados a negociar con los rebeldes, para lo cual se implementarán una página web y otros mecanismos.

"A La Habana no llegamos a negociar concesiones de sociedad. No vamos a negociar el modelo de desarrollo de Colombia ni las políticas del gobierno", subrayó.

La mesa de diálogos se instaló el pasado 18 de octubre en Oslo (Noruega), donde las partes presentaron sus puntos de vista sobre las tratativas, y las negociaciones continuarán desde este lunes en Cuba.

Los cinco puntos de negociación incluyen desarrollo rural y mayor acceso a la tierra, garantías del ejercicio de oposición política y participación ciudadana, fin del conflicto armado, que implica la reinserción a la vida civil de guerrilleros, búsqueda de solución al problema del narcotráfico y derechos de las víctimas.

El presidente Santos dijo que en el diálogo participarán Noruega y Cuba en calidad de anfitriones, y Venezuela y Chile como "acompañantes" del proceso con el que se busca poner fin al conflicto armado interno que vive Colombia desde hace más de 50 años.