Caracas. El Gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición venezolana continuarán el sábado el diálogo que, con la mediación del Vaticano, busca solucionar la aguda crisis política y económica que vive el país sudamericano.

La decisión fue anunciada la noche del viernes pese a que los principales adversarios del mandatario socialista habían amenazado con retirarse de las conversaciones si no se lograban acuerdos concretos durante la jornada.

"En el día de hoy se avanzó en unos acuerdos fundamentales cuyos contenidos exactos serán revelados en el día de mañana porque acordamos continuar nuestras deliberaciones", dijo en conferencia de prensa el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper.

En la reunión del viernes "se hizo un análisis muy serio sobre el tema de la agenda electoral", agregó tras la culminación del encuentro.

Además se acordó ampliar a cinco los participantes en el diálogo tanto del Gobierno como de la oposición, informó.

La oposición había dado un ultimátum a la mesa hasta el viernes o se levantarían y proseguirían con acciones de protesta contra el Gobierno. Sin embargo, no hubo declaraciones de sus dirigentes al respecto luego de la reunión.

"Se acabó la tregua y lo que viene es lucha pareja", había advertido antes de la reunión el secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba. "La tregua que nosotros, a pedido del Vaticano, acordamos para que se pudiera instalar esta mesa, se acabó", insistió.

Tampoco hablaron representantes del Gobierno luego del encuentro del viernes.

Imágenes de televisión mostraron más temprano a varios opositores y oficialistas acompañados del enviado del Vaticano, Claudio Maria Celli. También asistieron, además de Samper, tres ex jefes de Estado de España, Panamá y República Dominicana, como promotores de las conversaciones.

eaccionando a la liberación de un puñado de "presos políticos" tras el inicio formal de las conversaciones la semana pasada, la oposición postergó un juicio político en el Congreso contra Maduro y canceló una marcha hacia el Palacio de Gobierno.

La crisis política se agudizó en las últimas semanas luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) suspendiera el revocatorio contra Maduro tras acusaciones de fraude en la primera recolección de firmas.

La oposición acusa al mandatario de 53 años de ser el principal responsable de la grave crisis que sufre el país petrolero, con una inflación de tres dígitos, recesión económica y escasez de alimentos y medicinas.

Por su parte, el heredero político del fallecido Hugo Chávez asegura que los problemas son consecuencia de una "guerra económica" librada por la oposición con el fin último de desbancarlo.

"Cuánto costó que se sentaran en la mesa de diálogo y ahora están amenazando que se van a levantar. Si se levantan, vean a dónde se van a ir, y si se van, nosotros vamos a seguir luchando por el país", dijo Maduro en su programa radial de salsa.

Para avanzar en el diálogo, la MUD exige, además de un referendo revocatorio, la liberación de más de un centenar de "presos políticos", el ingreso de ayuda humanitaria, el cambio de la directiva del CNE y el cese del bloqueo legal al Parlamento, de mayoría opositora.