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Hallar ADN en restos de Cocula se reduce a una oportunidad
Miércoles, Enero 21, 2015 - 14:26

La prueba que se realizará en Austria a los restos encontrados en un basurero de Guerrero, la MPS, es la última chance de los forenses para encontrar rastros de ADN de los normalistas de Ayotzinapa.

La Procuraduría General de la República (PGR) tiene sólo una oportunidad para hallar el ADN en los restos que se localizaron en Cocula, Guerrero, y así determinar si coinciden o no con el de los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de Ayotzinapa, coincidieron expertos.

La Universidad de Innsbruck pidió autorización al gobierno mexicano para implementar la técnica más novedosa de extracción de ácido desoxirribonucleico (ADN) a partir de restos, la Massive Parallel Sequencing (MPS, por su sigla en inglés).

"Si con ese método no se encuentra (el ADN), nadie lo encontrará. Es la mejor estrategia pero tiene el problema que si las muestras están muy carbonizadas, no se puede amplificar para hacer librerías para secuenciación masiva", opinó Mario Enrique Zurita, jefe del departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular de la UNAM.

El 11 de noviembre de 2014, el Gobierno de México envió a la Universidad de Innsbruck, en Austria, restos humanos encontrados en un basurero de Cocula, en el norte del estado de Guerrero, que se piensan pueden corresponder a los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos la noche del 26 de septiembre. Ese día, de acuerdo con las investigaciones, los estudiantes viajaban en un autobús cuando fueron interceptados por agentes policiacos y entregados a supuestos criminales. Desde entonces, se desconoce el paradero de 42 de las 43 víctimas.

Mario Enrique Zurita explicó que la MPS sirve para comparar la información genética de muestras que sólo se pueden encontrar en los genes de la madre con la ampliación del código genético encontrado gracias a la secuenciación masiva. La MPS requiere muy poco material de ADN para ser ejecutada.

Riesgos de la MPS. Mauro López Armenta, jefe de Laboratorio de Genética del Instituto de Ciencias Forenses, dijo que "uno de los problemas es que el poder de discriminación es limitado. En este caso estamos hablando de aplotipos mitocondriales, que hacen referencia a perfiles de linaje vía materna. El problema es que una familia puede tener el mismo linaje materno, es decir, una madre y los hijos tendrían el mismo linaje, por lo tanto el perfil será similar. Hay poblaciones muy cerradas y eso hace que muchos individuos puedan tener el mismo perfil genético y esto representa un problema significativo cuando se quiere identificar una persona".

Ambos investigadores coinciden que otro de los riesgos, como adelantó el Procurador, es que no encuentren ADN porque a temperaturas muy altas el ADN se degrada fácilmente y que aunque ambos científicos desconocen la cantidad de muestras que tienen los expertos de la Universidad de Innsburck, en este tipo de procedimientos siempre se desgastan y se pierden las muestras.

Han pasado 2 meses y 11 días. El 6 de diciembre la PGR confirmó que la Universidad de Innsbruck, Austria, identificó los restos de un varón, cuya muestra analizada dio resultados positivos de un billón de veces más probable en comparación con otro individuo, por lo que se confirmó el hallazgo de Alexander Mora Venancio, estudiante de 19 años de la Normal Rural de Ayotzinapa. Se trata de uno de los 43 desaparecidos la noche del 26 de septiembre.

El Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó que los restos analizados correspondían a Alexander Mora Venancio, pero afirmaron que ellos no estuvieron presentes el día del hallazgo ni del fragmento óseo ni de los restos que fueron enviados a Austria. El EAAF dijo que la bolsa ya estaba abierta cuando fueron citados al lugar del hallazgo.

Después de 71 días de investigación no se ha esclarecido si las muestras corresponden a los 42 cuerpos restantes hallados en Cocula. El 26 de enero se cumplirán 120 días de que los normalistas fueron secuestrados. Durante estos 4 meses, la población ha presionado al gobierno con manifestaciones para que se esclarezca este caso, que ha puesto en entredicho la capacidad de reacción del estado mexicano que en medio de las reformas estructurales se tenga una crisis social en México que no se veía desde 1994, con el levantamiento del EZLN y que recuerda al movimiento estudiantil de 1968.

Autores

El Economista (México)