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Hugo Chávez asegurará el control del Poder Judicial de Venezuela
Jueves, Noviembre 4, 2010 - 23:52

La magistrada del Tribunal Supremo de Justicia, Blanca Mármol de León, denunció que el oficialismo quiere acelerar la elección de al menos ocho vacantes de un total de 32 jueces titulares que quedaran antes de enero del 2011

Caracas. La inminente renovación del Tribunal Supremo deJusticia (TSJ) acaloró el debate sobre la independencia judicial enVenezuela, cuestionada por algunos por considerar que se supedita a losintereses de la "revolución socialista" del presidente Hugo Chávez.

Lamagistrada del TSJ, Blanca Mármol de León, denunció que el oficialismoquiere acelerar la elección de las al menos ocho vacantes, de un totalde 32 jueces titulares, que quedaran antes de enero del 2011, paraasegurar el control de la máxima corte del país, pues después de esafecha no contará con la mayoría necesaria en la Asamblea Nacional.

"Laindependencia de los jueces está perdida, no son autónomos. Tienenmiedo porque cuando deciden pueden ser destituidos o detenidos", dijola jueza penal en una entrevista con Reuters el miércoles en la tardeen su amplio despacho, presidido por una estatua de la Justicia vendaday una pequeña imagen de Cristo.

En elecciones enseptiembre, los partidarios de Chávez no lograron obtener las dosterceras partes del Legislativo necesarias para designar a losmagistrados del TSJ, por lo que planean concretar los cambios antes deque se instale en enero la nueva Asamblea Nacional donde la presenciade la oposición forzaría una negociación.

"Conuna Asamblea constituida de diferente forma podría suceder que no todoslos magistrados fueran de la corriente política del Gobierno, por esola prisa en hacer las designaciones ahora", afirmó Mármol.

Duranteuna década de mandato, Chávez ha mantenido al país polarizado en tornoa su proyecto bolivariano que dice defender a los pobres de unaoligarquía explotadora enquistada en el poder.

Eloficialismo asegura que la renovación del TSJ sólo busca resolvernombramientos que estaban demorados, mientras sus críticos lo acusan deadelantarlo para evitar resoluciones e interpretaciones de leyes quepudieran perjudicarlo.

"En el Tribunal Supremo deJusticia se favorecen las políticas del gobierno", aseguró lamagistrada, quien dijo que sólo ella y otros dos colegas se oponen adecisiones influenciadas por el gobierno.

Jueces con miedo. Concasi cuatro décadas de carrera judicial, Mármol reconoció que laadministración de justicia en el país petrolero ya era señalada comocorrupta e ineficiente, pero alertó que el Gobierno de Chávez la hadebilitado aún más al bajar exigencias académicas, disciplinarias y decarrera para los jueces.

"La columna vertebral dela democracia es un Poder Judicial autónomo e independiente y veo congran preocupación que eso lo estamos perdiendo aceleradamente", comentó.

Elaño pasado recrudecieron las críticas a la autonomía judicial tras elencarcelamiento de la jueza María Lourdes Afiuni por liberar a unempresario acusado de corrupción que tenía su juicio demorado por tresaños.

El propio Chávez, indignado, pidió queapresaran a Afiuni y le dieran la máxima pena de 30 años, asegurandoque dos siglos atrás la hubieran fusilado por presunta corrupción.

LaComisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha solicitado suliberación y organizaciones no gubernamentales como Human Rights Watchdenuncian el caso como ejemplo de la perniciosa influencia delmandatario en el Poder Judicial.

A estarenovación del TSJ, la tercera en el mandato de Chávez, se postularon400 candidatos, incluyendo un ex vicepresidente y destacados miembrosdel partido de gobierno.

"Los magistrados una vez designados se quedan ahí 12 años", dijo Mármol para resaltar el alcance que tendrá la decisión.

Conla primera gran renovación de la corte tras la aprobación de una nuevaConstitución en 1999, Chávez logró diluir la influencia de gobiernosanteriores y con la segunda amplió el número de magistrados paraasegurarse el control.

El próximo relevo en elTSJ será en 2012, cuando finalice el período de varios magistrados,al mismo tiempo que Chávez buscará una nueva reelección para un mandatofresco de seis años.

El acelerado avance del paíshacia el ecléctico "socialismo del siglo XXI" con masivasexpropiaciones y profundos cambios en la estructura del Estado llena deesperanzas a millones de venezolanos que se sienten reivindicados trasdécadas de exclusión política y social.

Sinembargo, otros alertan que Chávez se encamina hacia una autocracia conrestricciones a las libertades civiles, sociales y económicas que unajusticia parcializada no podría contener.

"ElPoder Judicial está atemorizado. Los jueces tienen miedo, y en un paísdonde los jueces tienen miedo los ciudadanos no pueden dormirtranquilos", sentenció Mármol.

Autores

Reuters