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Imagen de negociador de Trump manchada por la paralización del gobierno
Sábado, Enero 20, 2018 - 11:21

Su fracaso en lograr que el Congreso de EE.UU. aprobara un proyecto de ley para mantener el financiamiento del gobierno federal dañó aún más su autoproclamada imagen de negociador.

Washington. Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se suponía que este fin de semana sería de celebración.

En el primer aniversario de su presidencia este sábado, mientras reina la euforia en la bolsa y sube al fin su valoración en las encuestas, había planeado estar en su mansión de Florida, rodeado de amigos y admiradores. Sin embargo, tuvo que permanecer en Washington al no poder evitar el cierre de la administración.

Su fracaso en lograr que el Congreso de Estados Unidos aprobara un proyecto de ley para mantener el financiamiento del gobierno federal dañó aún más su autoproclamada imagen de negociador. Y pese a que la Casa Blanca apuntó a los demócratas, el presidente republicano recibió fuertes críticas.

"Es casi como si estuviera a favor del cierre", dijo este sábado el líder demócrata del Senado Chuck Schumer refiriéndose a Trump.

Trump, quien en julio de 2016 dijo que "nadie conoce el sistema mejor que yo y por eso solo yo puedo arreglarlo", ha afirmado que los cierres del gobierno en el pasado fueron culpa del mandatario de turno en la Casa Blanca.

En una entrevista después del cierre de 2013, Trump dijo que el entonces presidente Barack Obama era el responsable final. "Los problemas comienzan desde arriba y tienen que resolverse desde arriba", señaló entonces. "El presidente es el líder y tiene que poner a todos en una habitación y debe ejercer el liderazgo".

A medida que se hacía más probable este nuevo cierre, el primero desde 2013, Trump hizo el viernes un último esfuerzo para actuar como el hombre que soluciona problemas que durante mucho tiempo ha pretendido ser.

En primer lugar pospuso el viaje a Florida donde celebraría su primer año en el cargo con una gran fiesta. Tenía poca elección, ya que sus críticos le habían cuestionado por asistir a un evento así mientras se prescindía de trabajadores de la administración y se reducían muchos servicios.

Después llamó a Schumer y, tras un diálogo positivo, lo invitó a una reunión en la Casa Blanca.

Una persona familiarizada con los acontecimientos dijo que ambos acordaron buscar un gran pacto en que los demócratas obtendrían protección contra la deportación para unos 700.000 jóvenes inmigrantes indocumentados conocidos como "Dreamers" y Trump obtendría más dinero para un muro fronterizo y para aumentar la seguridad contra la inmigración ilegal desde México.

Sin embargo, a primera hora de la tarde, el plan había muerto. La fuente dijo que Trump se contactó con los republicanos conservadores, que se opusieron al acuerdo con Schumer. "No presionó a su partido para que lo aceptara", dijo Schumer más tarde.

El día parecía formar parte de un patrón familiar que ha desconcertado a los demócratas. Trump corteja su apoyo y sugiere flexibilidad, pero a continuación da un giro y se alinea con los legisladores más conservadores.

Ocurrió en septiembre, después de cerrar un acuerdo de financiación gubernamental a corto plazo con Schumer y la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Semanas más tarde, cuando Schumer y Pelosi pensaban que habían llegado a un acuerdo para preservar un programa que protegía a los Dreamers, fuentes del Congreso dijeron que Trump lo había abandonado.

"Donald Trump no es capaz de llevar a cabo este tipo de conversación profunda sobre los problemas", dijo a la prensa John Yarmuth, demócrata en el Comité de Presupuesto de la Cámara.

"No tiene la capacidad de atención para hacerlo. No tiene interés. Lo único que quiere es demostrar que está involucrado en el proceso", afirmó.

Autores

Reuters