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Indígenas bloquean la construcción de proyecto binacional de gas en Bolivia
Martes, Septiembre 20, 2011 - 17:11

Indígenas guaraníes bloquearon la construcción de una planta separadora de líquidos anexa al mayor gasoducto de exportación del país, que llega hasta Brasil, según reveló la petrolera YPFB, que advirtió sobre el atraso en los planes de industrialización de hidrocarburos.

La Paz. Guaraníes bolivianos decidieron bloquear un importante proyecto de gas natural, en un nuevo tropiezo para el gobierno izquierdista de Evo Morales, afectado desde hace más de un mes por una marcha indígena contra una carretera que atravesará un parque nacional.

El bloqueo a la construcción de una planta separadora de líquidos anexa al mayor gasoducto de exportación del país, que llega hasta el estado brasileño de Sao Paulo, fue revelado el martes por la petrolera estatal YPFB, que advirtió sobre el atraso en los planes de industrialización de hidrocarburos.

El gobierno, que en el último quinquenio se alió con los indígenas dándoles millones de hectáreas de tierras, cargos asegurados en el parlamento y la justicia y derecho a consulta sobre el uso de recursos naturales, denunció que las nuevas movilizaciones de indígenas de tierras bajas esconderían un plan político.

"Ya no estamos ante un tema de un bosque, esto ha pasado a segundo plano, ya no les interesa a los marchistas, tenemos un pliego de 20 páginas que ya es un programa de gobierno de un partido político", dijo el vicepresidente Alvaro García en conferencia de prensa.

"Tienen derecho a hacer política, pero no pueden utilizar un sentimiento noble de la población para armar un partido político. Si tienen plan de gobierno que vayan a las elecciones el 2014 (fecha de próximos comicios generales)", añadió.

Las protestas indígenas concentraban el debate político en el país, a menos de un mes de la primera elección de jueces nacionales por voto universal, una iniciativa sin precedentes que es una de las reformas clave de Morales, quien pertenece al pueblo indígena aymara, mayoritario en las tierras altas del occidente.

Según Gonzalo Colque, director de la Fundación Tierra, una organización no gubernamental especializada en la problemática indígena, "hay un ejercicio democrático nuevo que el gobierno está enfrentando y por el que tiene que ceder poder político".

Pero, en aparente contradicción, los guaraníes que bloquean la consulta sobre el proyecto de gas en el Chaco sudoriental apoyan a los indígenas que, a centenares de kilómetros de distancia, marchan en demanda de ser consultados sobre el proyecto de carretera en el parque conocido por su sigla Tipnis.

El presidente de la estatal petrolera YPFB, Carlos Villegas, dijo según un boletín oficial que la Asamblea del Pueblo guaraní (APG) se niega a participar en una consulta mandada por ley sobre la planta separadora de líquidos de Río Grande, en el departamento de Santa Cruz.

Esa consulta es imprescindible para la licencia ambiental del proyecto, que permitirá retener en Bolivia, con fines de industrialización, líquidos que actualmente van mezclados con el gas que se bombea a Brasil.

"Llamamos a la reflexión de la APG para que no obstaculice la participación y la realización de la consulta para la obtención de la licencia ambiental, que nos faculta a realizar las obras civiles en la región", dijo Villegas.

Advirtió que una demora prolongada en la consulta impediría que la contratista -Astra Evangelistas S.A. de Argentina- concluya la planta separadora de líquidos de US$159 millones en el plazo previsto, diciembre del 2012.

Las exportaciones de gas a Argentina y Brasil son la principal fuente de divisas de Bolivia y alcanzarían este año un valor de unos US$3.000 millones.

La APG representa a unos 150.000 guaraníes del Chaco que constituyen la tercera comunidad indígena de Bolivia por tamaño, después de las etnias aymara y quechua del occidente andino.

Los guaraníes han apoyado firmemente la marcha de los indígenas del Tipnis, procedentes de varias etnias amazónicas que suman unas 12.000 personas, incluso con la participación de sus líderes en la marcha de 600 kilómetros entre las ciudades de Trinidad y la Paz, iniciada hace más de un mes.

La marcha en defensa del Tipnis estaba el martes a mitad de su recorrido, a punto de iniciar un difícil ascenso a la cordillera andina y a pocos kilómetros de encontrarse con colonos pro gubernamentales que han anunciado que les impedirán el paso.

"Lo más preocupante es el escenario de violencia que se está acercando al enfrentamiento entre indígenas y campesinos que finalmente son sectores de los mismos pueblos originarios que tienen los mismos problemas de defensa de sus derechos territoriales", dijo Colque.

Autores

Reuters