Con el título "Las verdades de Cuba", el oficialista diario Granma publicó hoy un editorial en el que rechaza "la campaña de propaganda internacional".

Cuba renovó este lunes su rechazo a lo que consideró una "campaña de propaganda" contra la isla a partir de la muerte del disidente Wilman Villar, a quien insistió en considerar "un preso común", condenado tras un "proceso justo, durante el que estuvo en libertad y durante un juicio conforme a derecho".

Con el título "Las verdades de Cuba", el oficialista diario Granma publicó hoy un editorial en el que rechaza "la campaña de propaganda internacional" contra las autoridades de la isla, acusadas de dejar morir en huelga de hambre a Villar, a quien medios extranjeros señalan como preso político.

El Granma se queja de que "medios de prensa y representantes de algunos gobiernos tradicionalmente comprometidos con la subversión contra Cuba han desatado una nueva campaña de acusaciones, aprovechando inescrupulosamente" la muerte de Villar.

Señaló el diario que "quizás solo en el caso de Cuba" la muerte de un preso "se convierte en noticia de repercusión internacional", un hecho generado a partir del "mismo método de siempre, que pretende imponerse infructuosamente, a golpe de repetición, para satanizar a Cuba, a partir de la deliberada manipulación de un acontecimiento".

Granma detalló que "el denominado ´preso político´ cumplía una sanción de privación de libertad de 4 años, tras un proceso justo durante el cual estuvo en libertad y de un juicio conforme a derecho, por haber golpeado brutalmente y en público a su esposa, agredir a los policías y resistirse violentamente a la detención".

"¿Por qué algunas autoridades españolas y de la Unión Europea se apresuraron a condenar a Cuba sin intentar siquiera informarse sobre el tema? ¿Por qué usan, siempre y de antemano, la mentira cuando de Cuba se trata? ¿Por qué, además de mentir, censuran la verdad? ¿Por qué a la voz y la verdad de Cuba se le niega, sin ningún disimulo, el más mínimo espacio en los medios de comunicación internacional?", se pregunta el editorial.

En la misma línea, lamenta que se actúa "con gran cinismo y doble rasero" y pregunta "qué calificativo le darían a la brutalidad policial puesta de manifiesto en España y en la mayor parte de la ´culta y civilizada Europa ´, muy recientemente, contra el movimiento de los ´indignados´".

El diario apuntó especialmente contra el vocero presidencial de Chile, Andrés Chadwick, al ironizar con que el funcionario "debe conservar recuerdos de sus días de líder estudiantil vinculado a los militares golpistas de Pinochet que masacraron a su pueblo y extendieron la desaparición y la tortura a todo el Cono Sur mediante el ´Plan Cóndor´".

Advierte que no se conocen declaraciones de Chadwick "sobre la brutal represión contra los estudiantes que se manifiestan pacíficamente en defensa del derecho humano a la educación universal y gratuita" y se pregunta si está entre quienes quisieron "rebautizar en los libros escolares a la dictadura como régimen militar".

Sobre el gobierno de Estados Unidos, lo considera el "principal instigador de cualquier esfuerzo por desacreditar a Cuba, con el único propósito de justificar su política de hostilidad, subversión y bloqueo económico, político y mediático contra el pueblo cubano".

"Impresiona la hipocresía de los voceros de Estados Unidos, país que ostenta un pobre récord en materia de derechos humanos, tanto dentro de su territorio como en el mundo", subrayó el Granma.

El texto denuncia que "este nuevo ataque tiene una franca intención política que nada tiene que ver con una legítima preocupación por la vida de las cubanas y cubanos" y cuestiona que "se fustiga con la complicidad de emporios financiero-mediáticos.

Se acusa de manera irracional al gobierno de Cuba, al que se culpa, sin siquiera haber investigado mínimamente la realidad de los hechos".

Finalmente, el Granma juzgó "evidente la intención de imponer una matriz de opinión diabólica, encaminada a mostrar un deterioro sensible de la situación de derechos humanos en Cuba, construir una supuesta ´oposición victimizada que muere en las cárceles´, donde incluso se le niega el acceso a los servicios de salud".

"Los hechos hablan más que las palabras. Las campañas anticubanas no harán mella en la Revolución cubana ni en su pueblo, que continuará perfeccionando su socialismo", resaltó el diario.