Pasar al contenido principal

ES / EN

López Obrador gana fuerza en recta final para elecciones presidenciales de México
Lunes, Junio 11, 2012 - 09:19

Alimentado por un repentino surgimiento de la oposición de jóvenes contra su principal rival, Andrés Manuel López Obrador, de 58 años, ha acortado la distancia con el puntero, Enrique Peña Nieto, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Orizaba, México. Seis años después de que Andrés Manuel López Obrador observaba cómo su ventaja hacia la presidencia de México se evaporaba en la últimas semanas de la campaña, ahora el izquierdista está ganando terreno en los sondeos y espera arrebatar la victoria en el último minuto en los comicios del 1 de julio.

Alimentado por un repentino surgimiento de la oposición de jóvenes contra su principal rival, López Obrador, de 58 años, ha acortado la distancia con el puntero, Enrique Peña Nieto, del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).

López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha capitalizado las protestas de estudiantes en contra del PRI, que gobernó México por siete décadas hasta que fue sacado de la presidencia en el 2000, y tiene nueva confianza en el rumbo de la campaña.

La mayoría de los sondeos todavía muestran a Peña Nieto con una ventaja de dos dígitos, pero las promesas de López Obrador de introducir una pensión para los ancianos y programas de construcción para estimular el crecimiento económico han encontrado más apoyo entre los 58 millones de mexicanos -alrededor de la mitad de la población- que viven con menos de 2.100 pesos (US$150) al mes.

"Nuestros contrincantes están nerviosos. Está llegando el fin de la telenovela y el PRI va a perder la elección", dijo López Obrador esta semana en un mitin de campaña en la ciudad de Orizaba, en el estado de Veracruz, un bastión del PRI.

Conocido como "El Peje", debido a un tipo de pez de su natal Tabasco, en el sur de México, López Obrador ha enfocado su campaña en las zonas más pobres del centro y sur de México, tratando de arrebatar votos a la base tradicional del PRI.

Alrededor de 10.000 personas escucharon la promesa del ex alcalde de la Ciudad de México de revivir al empobrecido campo mexicano y de formar un gabinete austero y trabajador inspirado en lo que llamó la honestidad de las comunidades indígenas en México.

"Estamos hasta la madre (cansados) de la misma gente en el poder. Necesitamos otra propuesta", dijo Rene Yopihua, un campesino que llegó al mitin desde Tuxpanguillo.

El aguerrido izquierdista ha mantenido un ritmo incansable desde su derrota en las elecciones del 2006 a manos del actual mandatario, Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN).

El candidato del PRD asegura que fue víctima de un fraude electoral y encabezó una protesta en la capital del país que duró semanas, bloqueando partes de la zona centro de la ciudad.

Después se embarcó en una prolongada gira en el país con su campaña, asegurando que ha visitado los 2.500 municipios de México al menos dos veces en promedio.

Pero las protestas del 2006 lastimaron su popularidad y hasta hace poco se encontraba en tercer lugar en los sondeos de intención del voto, 20 puntos abajo de Peña Nieto, de 45 años y casado con una estrella de telenovelas.

Pero en el último mes la brecha se ha cerrado.

La mayoría de las encuestas muestran una distancia de 10 puntos entre Peña Nieto y López Obrador, pero un sondeo la semana pasada lo colocó a sólo cuatro puntos. La semana pasada, López Obrador dijo que había sobrepasado al candidato del PRI, según un sondeo no público.

Temperamental. López Obrador, que inició su carrera en un instituto estatal para indígenas en Tabasco en la década de 1970, se ha definido a sí mismo como un defensor de los oprimidos.

En Orizaba era rodeado por simpatizantes en trajes típicos indígenas y rehusó utilizar un paraguas para cubrirse de la lluvia, empapándose junto con la multitud.

"Son tan cínicos; dicen que en México el que no transa no avanza, pero esa deshonestidad se va a ir al basurero de la historia", dijo. "El presupuesto es del pueblo", subrayó.

Su campaña ha sido apoyada por varios escándalos de corrupción que han envuelto al PRI, incluyendo una investigación en contra de un ex gobernador del estado de Tamaulipas, en el norte del país, por lavado de dinero del narcotráfico.

López Obrador tiene una fiel base de apoyo y está en su elemento cuando da discursos apasionados. Sin embargo, no tiene un desempaño muy pulido en debates y enfrenta acusaciones de ser impulsivo e intolerante.

El PAN lo llama "un peligro para México" y lo compara con el líder venezolano, Hugo Chávez. Esa táctica fue muy efectiva en el 2006, cuando López Obrador lideraba la campaña, pero terminó perdiendo por menos de un uno por ciento frente a Calderón.

Durante una discusión transmitida la semana pasada por Televisa, la mayor cadena de TV del país, periodistas preguntaron a López Obrador si creía en las instituciones democráticas de México, incluyendo el Instituto Federal Electoral (IFE), que organiza los comicios.

"Yo confío en los ciudadanos mexicanos", respondió.

Esos comentarios desalentaron a algunos votantes, que no han olvidado el caos causado por sus bloqueos y protestas.

"López Obrador sólo crea más problemas. Hasta vi personas perder sus trabajos cuando bloqueó el centro con sus protestas", dijo Joaquín Segura, habitante de la ciudad de México, quien planea votar por Peña Nieto.

Para ganar, López Obrador debe convencer a los votantes indecisos, que sondeos colocan en hasta un 18%.

Autores

Reuters