¿Puede empeorar la crisis entre ambos países? Aunque analistas creen que es posible un aumento en los incidentes fronterizos, descartan de plano un eventual enfrentamiento bélico. Y también dudan de las amenazas de Hugo Chávez de suspender el suministro de crudo a EE.UU.

Caracas. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, amenazó con cortar el suministro de petróleo a Estados Unidos en caso de un ataque militar de Colombia, en medio del conflicto desatado por las acusaciones de que el país acoge a rebeldes colombianos.

Chávez, un líder de izquierda crítico de Estados Unidos, rompió las relaciones diplomáticas con Colombia el jueves como reacción a acusaciones del gobierno del saliente presidente Alvaro Uribe, un cercano aliado estadounidense.

La medida elevó las tensiones en una región plagada de roces ideológicos, grupos guerrilleros y tráfico de drogas.

Ausencia de conflicto. A pesar de las altisonantes amenazas de Chávez que indican que un ataque colombiano es inminente, la mayoría de analistas cree que un enfrentamiento militar es improbable. Ni Bogotá ni Caracas ganarían con un conflicto armado y habría mucha presión regional para evitar que la disputa se caldee.

Los miedos venezolanos están basados en el precedente del bombardeo colombiano a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador en el 2008. Chávez advirtió que un ataque similar acabaría en guerra.

"A una guerra con Colombia habría que ir llorando, pero habría que ir", dijo cuando rompió relaciones con su vecino.

Colombia eligió la vía de la diplomacia acusando públicamente a Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA) de acoger rebeldes, una señal de que no tiene ánimos de guerra.

La Fuerza Armada colombiana es más grande y experimentada que la venezolana, pero esta última se jacta se sus nuevas adquisiciones. Chávez gastó recientemente miles de millones de dólares en aviones de combate, helicópteros y tanques rusos.

Impacto en producciones e importaciones. Pese a su retórica contra del "imperialismo yanqui", Chávez no cumplió anteriores amenazas de cancelar envíos de crudo a Estados Unidos -el principal mercado del petróleo venezolano-.

Cortar los envíos -la mayoría de los cuales va a refinerías de Citgo, propiedad de la estatal PDVSA- sería un duro golpe a la economía de Venezuela, actualmente en recesión y con una inflación de más del 30%. El Gobierno tendría que abocarse a una rápida búsqueda de mercados alternativos.

La producción de petróleo de los países vecinos no se vería afectada. El bombeo de crudo colombiano, aunque modesto, está creciendo y hoy se ubica en unos 780.000 barriles por día (bpd). Mientras que Venezuela, sentada en uno de los mayores depósitos de hidrocarburos del mundo, produce unos 3 millones de bpd.

Petróleos de Venezuela (PDVSA) señaló la importancia del mercado estadounidense en mayo cuando, tras cinco años, reanudó sus exportaciones de gasolina reformulada hacia Estados Unidos.

Sería difícil parar completamente los envíos de crudo hacia Estados Unidos dado que los compradores estadounidenses aún podrían adquirirlo del mercado de futuros; a menos que PDVSA cierre sus refinerías, lo que acabaría en un desastre.

Otro factor es los envíos de gas natural de Colombia a Venezuela. Chevron envía unos 175 millones de pies cúbicos diarios y no hay anuncio inmediato de posibles cortes.

Incidentes fronterizos. Es más probable que aumenten los incidentes aislados en la frontera a que sean cortadas las exportaciones de petróleo a Estados Unidos. La línea fronteriza que generalmente está fuertemente custodiada se ha mantenido en calma desde que Chávez cortó los lazos el jueves.

Pero con tantas armas en poder de guerrilleros y paramilitares siempre existe la posibilidad de que se desaten enfrentamientos sin que quede claro quién apretó el gatillo primero.

Venezuela cuenta con unos 20.000 efectivos a lo largo de la porosa frontera de 2.200 kilómetros y dice estar "operativamente preparada" para repeler un eventual ataque.

Los dos países tienen una larga historia de disputas y casi fueron a la guerra en 1987 por un conflicto en una zona marítima en disputa en el Caribe.

Disputas diplomáticas. Probablemente se mantendrán en desacuerdo durante algún tiempo.

El presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, asumirá el 7 de agosto y algunos analistas consideran que las descargas hechas la semana pasada por el saliente líder colombiano, Alvaro Uribe, fueron una manera de saldar cuentas antes de abandonar el cargo.

Santos deliberadamente se abstuvo de hacer comentarios sobre el último incidente y Chávez ha dicho repetidamente que espera mejorar las relaciones con el próximo presidente de Colombia.

Pero las réplicas podrían afectar las relaciones por algún tiempo. Cuando las fuerzas militares colombianas bombardearon una base de las FARC en el vecino Ecuador hace dos años, Quito rompió relaciones con Bogotá y aún no han sido completamente reparadas.

Gobiernos latinoamericanos como Brasil y Argentina están tratando de calmar la brecha entre Caracas y Bogotá.

Un conflicto previo sobre un pacto militar entre Estados Unidos y Colombia condujo al congelamiento de las relaciones comerciales entre los vecinos en el 2009, lo que redujo el comercio bilateral que era de unos 7.000 millones de dólares.

¿Venezuela contra rebeldes? Una movilización de Venezuela en contra de los rebeldes parece poco probable. Chávez siempre ha negado la presencia de grupos guerrilleros en su territorio y ha dicho que las fotos, vídeos y mapas presentados por Colombia son un "engaño".

Pero dando una señal de que las FARC se están convirtiendo en un dolor de cabeza, de cara a unas cruciales elecciones legislativas en septiembre, Chávez dijo el viernes que los rebeldes deberían reconsiderar su estrategia armada.

Colombia dijo que podría llevar sus denuncias de ataques fronterizos ejecutados por guerrilleros basados en Venezuela hasta la Corte Penal Internacional en La Haya.

La Corte ha estado envuelta en casos de Africa desde que entró en rigor en el 2002, sin haber obtenido aún una condena.