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Maduro descarta una amnistía y reta a EE.UU. a imponer sanciones
Viernes, Abril 11, 2014 - 16:17

Gobierno y oposición de Venezuela solo acuerdan, en una maratoniana reunión, volver a encontrarse el martes. Mientras, dos nuevos casos elevan la cifra de muertos a 41 desde que empezaron las protestas.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, descartó hoy durante un encuentro con sus opositores firmar una Ley de Amnistía o conceder algún tipo de beneficio a las personas detenidas desde que las manifestaciones antigubernamentales estallaron en febrero. Mientras tanto, la cifra de fallecidos por los enfrentamientos subió a 41 al morir Mariana Ceballos, de 35 años, por las heridas recibidas hace un mes durante los enfrentamientos al ser arroyada. Antes, la Fiscalía había informado de que el miércoles un policía murió por disparos en Barquisimetro, la capital del Estado de Lara.

"Sobre el tema de la Ley de Amnistía, yo le digo, hay tiempo para la justicia y hay tiempo para el perdón, es tiempo de la justicia", explicó Maduro durante el cierre del acto llamado "Diálogo Maduro de Paz". El presidente respondió de esta manera a la intervención del diputado opositor Andrés Velásquez, quien presentó al mandatario un proyecto de Ley de Amnistía para liberar a aquellos vinculados con los protestas, que desde su estallido el 12 de febrero han dejado un saldo de 40 muertos y centenares de heridos.

Estas protestas han sido calificadas por el gobierno como un movimiento "golpista" que busca sacar del poder a Maduro por la vía violenta, mientras los opositores culpan a la represión gubernamental de la mayoría de las víctimas. El presidente negó que en Venezuela exista una política de persecución o tortura a la disidencia y prometió que su gobierno investigaría cualquier denuncia al respecto.

Excesos policiales. "Aquí no se ha abusado de nadie, no hay una política de Estado para abusar (...) Si aquí hubo un pequeño asomo de abuso y de tortura, hay que caerle encima de manera inmediata, eso es política de Estado y creo que la compartimos todos", recalcó tras escuchar las denuncias de excesos policiales de sus adversarios.

Para desmentir que exista una política de persecución, Maduro precisó que de las 2.479 personas que han pasado por manos de la justicia durante las protestas, apenas 175 permanecen detenidas tras haber sido arrestadas cometiendo delitos contra la vida o la propiedad. Maduro subrayó que los cuerpos policiales se han enfrentado en las protestas opositoras a más de 18.000 eventos violentos que han causado nueve muertes y 50 heridos entre los funcionarios del orden.

Jornada maratoniana. El "diálogo Maduro por la Paz" contó con la asistencia de dirigentes de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), encabezados por el ex candidato presidencial y gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles Radonski, que fue de los últimos en usar el derecho a la palabra, de diez minutos para cada invitado. El martes volverán a reunirse las partes, según acordaron durante el propio debate.

La cita se extendió hasta las 02:00 de la madrugada locales (06:30 GMT) y contó con la presencia de una delegación de cancilleres de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), así como del nuncio apostólico, el italiano Aldo Giordano, quien leyó una carta del papa Francisco, publicada íntegramente hoy por El Vaticano, en la que llamó a la partes a solucionar sus diferencias por la vía pacífica.

Palabras para Estados Unidos. El presidente Maduro aprovechó el debate para criticar las advertencias de Estados Unidos sobre posibles sanciones a Venezuela e, incluso, retó a que lo hicieran. "Hay un plan muy maligno, los Estados Unidos no debería meterse en eso, no debería meterse en los asuntos internos de Venezuela, amenazándonos con sanciones, (diciendo) 'o dialogan o los sancionamos', ¡sanciónennos! Es que dan ganas, pero ahí es cuando le dicen a uno que no suba mucho el tono", dijo el gobernante.

Representantes del Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos han solicitado al gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, imponer sanciones contra los altos funcionarios del gobierno venezolano por la represión de las protestas, una posibilidad que el gobierno demócrata no descarta del todo pero que parece remota.

Maduro acusó al gobierno estadounidense, encabezado por el secretario de Estado, John Kerry, de estar contactando a los gobiernos latinoamericanos para vaticinar un posible colapso de la economía venezolana, como una manera de restarle apoyo regional a su gobierno.

Autores

Deutsche Welle