El ex candidato presidencial chileno aseguró que su intención es cooperar para que el gobierno de la primera mandataria “salga del pantano”. Además, aseguró que no pretende bloquear las reformas de la Nueva Mayoría, sino que profundizarlas.

Su ayuda y su capital político para que “salgamos del pantano”, le ofreció Marco Enríquez-Ominami a la presidenta Bachelet, desde su novedoso sitial de personaje mejor ubicado en el ámbito político nacional, eso según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP).

El ofrecimiento del ex presidenciable aparece en entrevista publicada este domingo 7 de diciembre en el diario El Mercurio, en la que además llama al gobierno a continuar con sus reformas, sin escuchar las opiniones de algunos sectores políticos. “Es equivocado decir, como algunos conservadores, que son muchas las reformas. Todo lo contrario: faltan reformas (…) La estrategia será empujar a que avancemos más”.

“La presidenta eligió un camino complejo, lleno de barro, donde las reformas se estaban enredando, y no podemos echar marcha atrás. Me propongo ayudar al impulso transformador en el que está ella. Voy a poner todo el capital político pequeño que uno tenga al servicio de que salgamos del pantano”, agregó.

Por eso, el ex diputado aseguró que su plan no es bloquear las reformas que el gobierno propone, sino que profundizarlas, aunque todavía no es tomado en cuenta. “Le pedimos varias veces una reunión (a la presidenta), pero ni ella ni Peñailillo nos han recibido”, explicó, agregando que no cejará en su afán.

“Hay que empujar ese vehículo, esa micro, que conduce Bachelet y que está estancada en el barro, por culpa de decisiones que se tomaron equivocadas, como el error de haber hecho una reforma tributaria sin incluir el tema del cobre (…) El problema principal es de ritmo legislativo. Hay una crisis del presidencialismo; la Constitución dice que no hay Primer Ministro, por tanto Bachelet es jefa de Estado, jefa de gobierno y jefa de coalición”.

Según Marco Enríquez-Ominami, la Presidenta eligió ejercer de Jefa de Estado, pero por el tamaño de sus reformas tiene que involucrarse mucho más. “Lo que ha hecho correctamente es cumplir sus promesas, enviar los proyectos de ley, pero eso es una parte. Tiene que empujar las reformas y explicarlas. Acá no hay un problema de comunicación de las reformas, hay un problema político”, afirmó.

“Ahora, ellos (el gobierno) no han logrado conectar la necesidad de la gente de una mejor calidad den educación con las reformas que se proponen. Se debe interpelar la capacidad de conducción política de los ministros, las reformas se condujeron con un déficit. Fue el camino que Bachelet eligió, pero hoy este camino está enredado y entrampado. Yo ofrezco todo mi capital político y lo pongo a disposición de Bachelet para desentrampar las reformas”, puntualizó.