La preferencia de los socialistas por Silva se ha hecho coro en los últimos dos días, pero la posible candidata se mantiene recluida en su apartamento de Sao Paulo desde el miércoles, cuando ocurrió la tragedia.

Brasilia. La ecologista Marina Silva se perfiló este viernes con más fuerza como posible candidata presidencial del Partido Socialista Brasileño (PSB), que ha confirmado que la semana próxima decidirá si es la sustituta de Eduardo Campos, fallecido en plena campaña en un accidente aéreo.

La preferencia de los socialistas por Silva se ha hecho coro en los últimos dos días, pero la posible candidata se mantiene recluida en su apartamento de Sao Paulo desde el miércoles, cuando ocurrió la tragedia que ha enlutado y suspendido la campaña para las elecciones presidenciales del 5 de octubre próximo.

El diputado del PSB Luiz Gonzaga Patriota dijo que la dirección nacional de esa formación se reunirá en Brasilia la semana próxima para decidir una nueva fórmula electoral y afirmó que "todos los socialistas apoyarán a Marina", que era candidata a vicepresidenta en la fórmula de Campos para las elecciones de octubre.

Campos, de 49 años, falleció el pasado miércoles, cuando un avión ejecutivo en que viajaba con otras seis personas se estrelló en la ciudad de Santos.

El impacto fue tal que el aparato se destruyó por completo y los cuerpos de los siete ocupantes quedaron destrozados, por lo serán identificados mediante exámenes de ADN, cuyos resultados se esperan para este sábado a más tardar.

Si fuera así, el sepelio de Campos pudiera ser realizado durante el fin de semana y el PSB daría por cumplido el luto, que es el motivo de que aún no haya adoptado una decisión respecto a la nueva candidatura, que debería ser formalizada antes del próximo día 23.

La trágica muerte de Campos, además, llevó a que los principales candidatos, incluidos la presidenta y aspirante a la reelección, Dilma Rousseff, y el socialdemócrata Aécio Neves, su principal rival, a suspender sus campañas hasta después del sepelio.

Hasta que se le atravesó la muerte, Campos era tercero en las encuestas con un 10% de intención de voto, por detrás de Rousseff, que tiene en torno al 38%, y de Neves, a quien se le atribuye un 23%.

Marina Silva se afilió al PSB en septiembre pasado, después de que no pudo crear a tiempo su propio partido para postular por segunda vez a la Presidencia, tras haber quedado tercera en las elecciones de 2010, en las que fue abanderada del Partido Verde y obtuvo unos 19 millones de votos (20%).

Por esa importante votación y el arrastre que tiene entre los votantes fue designada candidata a vicepresidenta en la fórmula de Campos, cuya familia aspira ahora a que ocupe su lugar.

Antonio Campos, hermano del fallecido candidato presidencial y miembro de la dirección nacional del PSB, volvió a pronunciarse hoy en favor de Silva, de quien dijo que "ahora es la única figura que puede promover un cambio político" en Brasil.

"La muerte de Eduardo a 45 días de las elecciones ha creado una situación política nueva", que "expresa la necesidad de algo nuevo" y Silva "es una fuerza importante", dijo al diario O Globo.

Pero si bien parece que comienza a construirse un consenso en las filas del PSB, la posible candidata aún no se ha pronunciado.

Marina Silva no ha sido vista en público desde que, el mismo día de la tragedia, hizo un breve pronunciamiento ante los periodistas para, visiblemente acongojada, lamentar la muerte de su "compañero" y "amigo" y exigir que sea "respetado" el luto.

Así como se desconoce si Silva aceptará la postulación, menos se sabe quién sería su candidato a vicepresidente, que, según Antonio Campos y otros miembros del PSB, deberá salir de ese mismo partido, pese a que el socialista era apoyado por otras cuatro formaciones de menor envergadura.

Según el calendario electoral, el próximo martes deberá comenzar la propaganda en televisión, que, por la dimensión territorial del país, es el principal medio de difusión política de Brasil.

El presidente del Tribunal Superior Electoral, José Antonio Dias Toffoli, admitió este jueves que el calendario de la propaganda electoral pudiera alterarse, pero aclaró que eso dependerá de una solicitud expresa, que aún no ha sido formulada, y de que haya un absoluto consenso entre todos los candidatos presidenciales.