Con enormes extensiones de tierras fértiles, hace poco sufrió la desmembración de gran parte de su territorio a favor del distrito de Nueva Toledo. Tiene la mala suerte de ser abandonado históricamente por el Estado, que hasta ahora no tiene presencia en el lugar.
Mariscal López, Caaguazú. Mariscal López sigue sin resolver sus conflictos de tierra. Laterza Cué, con 40 años de lucha, está a punto de ser absorbido por una empresa relacionada a un empresario brasileño.
En las fincas 80 y 240, con 25 años, siguen los enfrentamientos de grupo, y en Santa Ana, con casi 100 años, sus pobladores no pueden titular la tierra.
Mariscal López es una zona productiva. Con enormes extensiones de tierras fértiles, hace poco sufrió la desmembración de gran parte de su territorio a favor del recientemente creado distrito de Nueva Toledo. Tiene la mala suerte de ser abandonado históricamente por el Estado, que hasta ahora no tiene presencia en el lugar.
Es un distrito donde las instituciones existentes fueron creciendo gracias al esfuerzo de los pobladores.
Escuelas y colegios, en su mayor parte, fueron construidos por los padres y el aporte de las administraciones municipales. Abundan aún las escuelas de maderas carcomidas por el paso del tiempo.
Sólo cuenta con un puesto de salud, en un distrito ubicado a 35 kilómetros de una ruta pavimentada. En caso de urgencia en tiempo de lluvia, los pacientes tienen pasaporte casi seguro al más allá, porque no existe médico permanente en el lugar.
No tiene una central telefónica de la Copaco y existen lugares donde los teléfonos móviles tienen muy baja señal.
Gobiernos departamentales y nacionales casi nunca aparecieron. Y si lo hicieron fue para aumentar el conflicto, como lo hicieron representantes del gobierno de Fernando Lugo en 2010.
Surgió como una colonización privada, de la mano del ciudadano de origen griego Euthymios Gregorios Ioannidis y su firma La Greco-Paraguaya.
Poseía además otras firmas vinculadas a su perosna como la Samo S.A., Arcadia y Santa Basílica, entre otras.
Sin embargo, sólo se conocía el local de la Greco, porque de las otras se sabía que existían pero nadie supo nunca dónde tenían sus oficinas. El problema que tiene Laterza Cué se relaciona con dos de las firmas: Arcadia y después Santa Basílica. Las fincas 80 y 240 también tienen problemas relacionados con las firmas vinculadas al griego.
Uno de los asentamientos más antiguos de este distrito es Santa Ana, que tiene cerca de 2.000 habitantes. Tiene alrededor de 100 años, pero los pobladores no pueden acceder al título de sus tierras porque en el Indert no está regularizado el asentamiento como tal. Es más, ni siquiera existe una oficina del Indert en el distrito que pueda ocuparse de los problemas de la tierra.
“Una verdadera vergüenza que demuestra que a los políticos no les interesa el problema de estos pobladores”, afirmó el intendente Néstor Martínez Bernal (ANR), quien espera que el gobierno busque las soluciones a problemas puntuales del distrito, para que la ciudadanía de esta zona pueda empezar a pensar en el desarrollo.