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Maternidad con equidad: más que mujeres, más que sólo trabajo
Jue, 24/06/2010 - 11:18

Danae Mlynarz

¿Más natalidad? Más protección social
Danae Mlynarz

Es cientista político y asistente social, titulada en la Universidad Católica de Chile, y Magíster en Política y Gobierno de la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales (Flacso- Chile y Universidad de Concepción). Durante el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet se desempeñó como presidenta de la Comisión Asesora Presidencial para la Protección de los Derechos de las Personas.

Durante la campaña presidencial de Chile, en 2009, las candidaturas de Eduardo Frei y de Sebastián Piñera nos prometieron a las mujeres un post natal de seis meses. Fue una promesa de campaña que en su momento nadie cuestionó.

Una vez en el gobierno, el presidente Piñera formó una comisión presidencial integrada por 14 expertos que en un plazo de tres meses -con fecha límite el 30 de julio- deberá entregar una propuesta para “modernizar íntegramente la legislación laboral de la protección a la maternidad en Chile, con tres objetivos fundamentales:

1. Garantizar el mejor cuidado de nuestros hijos.

2. Desligar el costo de la maternidad de la contratación de mujeres, y permitir la integración real de esta en el mundo del trabajo remunerado formal.

3. Aumentar la corresponsabilidad de padre y madre en el cuidado de los hijos y facilitar una mayor conciliación entre familia y trabajo para los hombres y mujeres en nuestro país.

Pero esto no es una comisión del post natal para el desafío de modernizar íntegramente la legislación laboral de protección a la mujer, lo que nos permitirá dar un gran salto como país en el cuidado de nuestros hijos y familias. Y que al mismo tiempo potenciará el aporte de miles de mujeres, especialmente las más vulnerables, en el crecimiento y desarrollo de nuestro país.

Las principales normas que serán analizadas son:

1. La revisión del pre y post natal.

2. Permiso por enfermedad del hijo.

3. Revisión del artículo 203 del código de trabajo que carga el costo de las salas cunas a la mujer.

4. Derecho a dar alimento a los hijos.

5. Fuero maternal.

El viernes 11 de junio, la ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) -a quien le corresponde encabezar este proceso- señaló en diversos medios nacionales que es imposible contar con un post natal de seis meses en Chile, echando por tierra las promesas de campaña y el rol de la comisión presidencial que aún se encuentra trabajando y que, además, supuestamente escuchará a diversas organizaciones para formar sus propuestas.

Está claro que el tema en cuestión no es fácil. Al contrario, es una problemática en la que confluyen diversas aristas y muchos intereses. Para ordenarlo, creo que lo esencial es priorizar los intereses y luego evaluar cómo se hace efectivo.

Si estamos hablando de una política pública, por supuesto que el interés superior es que beneficie a toda la sociedad y no al bolsillo de los empresarios, como primera medida a despejar y, desde ese supuesto, creo que la priorización debería ser la siguiente:

1. Chile muestra una intensa caída de la tasa de natalidad, alcanzando a 1,9 hijos por mujer, cifra que se encuentra por debajo de la llamada “tasa de reposición”, es decir, de lo necesario para renovar la población actual (2,1 hijos por mujer).

Frente al envejecimiento de nuestra población tenemos que dar claras señales a favor de la maternidad en general, y no sólo frente a las mujeres que trabajan remuneradamente (que representan alrededor del 40%). Porque las otras, la mayoría, tampoco están teniendo hijos y también realizan un trabajo que, aunque no remunerado, representa un ahorro significativo para sus familias el contar con su aporte en el trabajo doméstico y de cuidado familiar. Por tanto, el ubicar esta temática solo desde la perspectiva del código del trabajo es un error. Y la prioridad social para promover la maternidad debería ser la existencia de un subsidio a la maternidad durante un periodo de al menos un año.

2. Los niños y niñas no tienen voz. En el último tiempo ha surgido una serie de estudios que ratifican la importancia no sólo de la lactancia materna, sino del cuidado que se brinda a los niños y niñas durante los primeros meses de vida. Se ha establecido que esto es sustancial para definir sus conductas y capacidades futuras. No es sólo que el niño o niña pueda recibir leche materna o que su madre esté en casa, sino que durante ese periodo el menor reciba afecto y los cuidados necesarios. Por tanto, no sólo hay que priorizar un post natal de seis meses o de mayor presencia de la madre en el hogar, sino también brindar los elementos de apoyo para que esa madre pueda cumplir su rol de la mejor forma posible. Extender el periodo de cuidado post natal de la madre trabajadora y mejorar las redes de apoyo existentes en beneficio del cuidado al niño y apoyo a la madre.   

3. Los derechos de las mujeres trabajadoras en Chile son pocos, si se compara con países más avanzados en estas materias, pero han sido fruto de luchas significativas. Ninguna medida que se tome puede ser un retroceso a lo que ya existe. Por tanto, hablar de rebajar el pre natal para hacerlo flexible y correr las semanas al post natal no es justo a menos que el bebé nazca antes y esas semanas que se pierden puedan traspasarse. Impedir que el permiso por enfermedad del niño menor de un año sea reducido, ratifica la consigna de ningún paso atrás frente a los derechos ya obtenidos.

4. Debemos avanzar en protección de las mujeres trabajadoras. Sabemos que hoy 40% de las mujeres trabaja remuneradamente, sin embargo, aproximadamente la mitad de ellas lo hace en el mercado informal, sin contrato de trabajo y por tanto, sin ningún beneficio social. Avancemos en equidad social, formalicemos el empleo femenino. Una forma de lograr este objetivo es que ciertas prestaciones que hoy asumimos sólo las mujeres sean enfrentadas por hombres y mujeres, es decir, por la sociedad completa, para que haya una corresponsabilidad frente a un tema tan significativo como es la reproducción. Que toda empresa que cuente con más de 20 trabajadores y trabajadoras tenga obligación de asegurar el derecho a sala cuna a los hijos e hijas de sus trabajadores, sin importar el sexo del empleado.

5. Se debe considerar la incorporación de los hombres con mayor fuerza en las tareas de crianza de los hijos y por tanto, sería necesario que se compartiera la posibilidad de extender el post natal y se distribuyeran los tiempos junto con el padre del menor. De esta forma, avanzamos en cambiar ciertos patrones culturales y hacemos responsables de la crianza también a los padres.

Creo que otro mundo es posible. Un mundo donde la sociedad toda asuma el costo y la responsabilidad de la reproducción. Donde este tema se hable desde todas sus aristas y no sólo desde una mirada economicista, donde relevemos algunos roles privados que ejercemos las mujeres como sustanciales para el desarrollo social.

Que afirmemos que es necesario que más mujeres ingresen al mundo laboral si quieren hacerlo, porque de esa forma mejorarán su calidad de vida y las de sus familias. Pero ese empleo no puede ser cualquier empleo, sino un empleo formal, que entregue derechos, un empleo decente.

Esta columna fue publicada originalmente en Elquintopoder.cl.

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