Ramiro Hernández Llanas, de 44 años, había sido condenado a la pena capital en el año 2000 por la muerte, tres años antes, del hombre para el que trabajaba y la violación sexual múltiple de la esposa de este.
México. El gobierno de México expresó su "más enérgica protesta" por la ejecución este miércoles del preso mexicano Ramiro Hernández Llanas en Huntsville (Texas, EE.UU.), en desacato a lo ordenado hace diez años por la Corte Internacional de Justicia.
Hernández Llanas, de 44 años, había sido condenado a la pena capital en el año 2000 por la muerte, tres años antes, del hombre para el que trabajaba y la violación sexual múltiple de la esposa de este.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que el preso fue ejecutado después de que la Justicia de Texas desechara el argumento de su "discapacidad mental comprobada" y de que la Corte Suprema de Estados unidos "se negara a revisar el caso".
Hernández Llanas es el cuarto mexicano ejecutado "en franca violación" del llamado "fallo Avena", dictado el 31 de marzo de 2004 por la Corte Internacional de Justicia.
Ese fallo del derecho internacional pidió a Estados Unidos revisar los casos de medio centenar de mexicanos condenados a la pena de muerte con los que se incumplió su derecho a notificarles que pueden pedir ayuda legal a su consulado cuando son detenidos.
"El gobierno de México expresa su más enérgica protesta por el incumplimiento de dicho fallo por parte de Estados Unidos, conforme al cual ese país se encontraba obligado a revisar y reconsiderar el veredicto de culpabilidad y la sentencia capital impuesta al señor Hernández Llanas", dice el comunicado de la SRE.
Esa obligación, agrega la nota oficial, subsiste respecto de los otros 50 mexicanos incluidos en dicha resolución judicial.
El comunicado recuerda las gestiones realizadas por el Gobierno de México en este caso, "hasta agotar todas las instancias a su alcance", con el fin de buscar la suspensión de la ejecución de Hernández Llanas.
Entre ellas mencionó la solicitud a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de emitir medidas cautelares ordenando la suspensión de la ejecución, que fueron otorgadas el pasado 31 de marzo.
De acuerdo con la nota, el gobierno mexicano "reitera su indignación por la ejecución de ciudadanos mexicanos en contravención a lo ordenado por la Corte Internacional de Justicia y destaca su preocupación por el efecto negativo de esta situación en el régimen internacional de asistencia y protección consular".
También pide a Estados Unidos "adoptar acciones efectivas que impidan que el estado de Texas, o cualquier otro, lleve a cabo la ejecución de cualquier nacional mexicano en desacato del fallo Avena y en incumplimiento de sus obligaciones internacionales".
En ese sentido, la cancillería mexicana dice que el gobierno seguirá impulsando "el pleno cumplimiento del fallo Avena y la importancia de la notificación consular como elementos indispensables en el ejercicio de la labor de protección de sus ciudadanos que realizan los Estados en el marco de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares".
Por su parte, la división mexicana de Amnistía Internacional lamentó lo que consideró "un cruel asesinato que se llevó a cabo en un claro incumplimiento del derecho internacional" y transmitió sus condolencias a la familia, abogados y amigos del reo.
"No hay nada más absurdo que una atrocidad cometida en nombre de la justicia", afirmó Perseo Quiroz, director ejecutivo de Amnistía Internacional en México, de acuerdo con un comunicado de la organización de derechos humanos.
Hernández Llanas, nacido en Nuevo Laredo (Tamaulipas), murió por una inyección letal a las 18.28 horas de este miércoles (23.28 GMT) en la única sala de ejecuciones del estado, informó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.