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México: izquierdista López Obrador se perfila como candidato presidencial
Jueves, Noviembre 17, 2011 - 14:42

Analistas piensan que su discurso podría restarle votos al político favorito para ganar la presidencia, Enrique Peña Nieto, un popular ex gobernador del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).

México DF. El líder izquierdista mexicano Andrés Manuel López Obrador mandó "al diablo" a las instituciones en 2006 cuando denunció un presunto fraude en las elecciones presidenciales que perdió por un puñado de votos, pero ahora apela al amor para seducir a los votantes.

En un dramático cambio de discurso, el veterano político que marcha como seguro candidato de la izquierda para las presidenciales de julio, se presenta ahora convencido de convertir a México, sin rencores, en una "república amorosa".

Muchos no creen que haya cambiado y ven a López Obrador como un agitador, pero analistas piensan que su nuevo discurso podría restarle votos al político favorito para ganar la presidencia, Enrique Peña Nieto, un popular ex gobernador del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI).

En una actitud poco habitual, López Obrador, de 58 años, apodado "el Peje" por el pejelagarto -un pez típico de su natal estado de Tabasco-, hasta hizo las paces con Televisa, que lo entrevistó el miércoles en su noticiario estelar tras cinco años de haberle cerrado las puertas.

El político acusa a la poderosa cadena de impulsar mediante la mercadotecnia la candidatura de Peña Nieto, quien está casado con una estrella de telenovelas.

"Cuando hablo de una república amorosa estoy pensando en que debemos fortalecer valores, el amor a las familias, el amor al prójimo, el amor a la Patria, eso es fundamental", dijo el izquierdista en una entrevista con MVS Radio esta semana.

Usuarios de redes sociales como Twitter acuñaron el término de "AMLOVE", una combinación de las iniciales de sus nombres y apellidos con la palabra "love" (amor), para referirse a la nueva estrategia del político.

López Obrador, quien disputa el segundo lugar en las encuestas con el oficialista Partido Acción Nacional (PAN), pareciera que sigue los pasos de líderes izquierdistas de la región que han apelado al amor en tiempos electorales.

Ganarse a quien pateo. Cuando los motores se están calentando rumbo a la contienda electoral de Venezuela en octubre de 2012, el presidente Hugo Chávez dijo semanas atrás que daría una "paliza de amor" a la oposición, a quien suele referirse con duros adjetivos.

En Nicaragua, el ex guerrillero Daniel Ortega, que cambió su uniforme militar por camisas blancas y en sus actos de campaña se escuchó una versión adaptada con lemas sandinistas de la canción "Give Peace a Chance" de John Lennon, fue reelecto este mes con una abrumadora mayoría.

Pero en México, millones aún recuerdan discursos virulentos de quien se autonombró "presidente legítimo", además del bloqueo por semanas de una avenida vital de la capital.

"Está tratando de ganarse a todos los que pateó, golpeó, que denostó", dijo Marco Herrera, presidente Grupo Public Mexico, especialista en imagen pública. "Ahora su mensaje es 'soy conciliador, soy bueno", agregó.

En la pasada elección presidencial, López Obrador inició las campañas como amplio favorito, pero el ahora presidente Felipe Calderón lo rebasó en las encuestas cuando faltaban pocas semanas para las votaciones.

La derrota se debió a varios factores, entre ellos una campaña de la derecha que lo acusó de ser "un peligro para México", además de un enfrentamiento con el entonces mandatario Vicente Fox y su negativa de asistir a algunos debates con los otros candidatos presidenciales.

A pesar de todo, algunos observadores piensan que el izquierdista, que ganó popularidad cuando fue alcalde de la capital de 2000 a 2005 por dar dinero a ancianos, podría colocarse en una posición real de competencia al ofrecerse como una opción de no confrontación.

"Votantes decepcionados podrían optar por López Obrador ante el desencanto de que el PRI no ha cambiado y por los dos gobiernos erráticos del PAN", dijo Javier Oliva, analista de la estatal Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El partido gobernante llegará a las elecciones desgastado por una espiral de violencia ligada al narcotráfico, mientras que el PRI carga con siete décadas de gobiernos ininterrumpidos que terminaron en el 2000, acusados por críticos de corrupción y autoritarismo.

Autores

Reuters