El comando del Ejército informó que el ataque de rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se produjo en inmediaciones al municipio de Tame, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
Bogotá. Diez militares murieron este sábado en un ataque con explosivos de la mayor guerrilla izquierdista de Colombia, con lo que se elevó a 20 los efectivos del ejército fallecidos en dos días, en medio de una ofensiva rebelde a una semana de elecciones locales.
El comando del Ejército informó que el ataque de rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se produjo en inmediaciones al municipio de Tame, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
Otros 10 militares murieron este viernes en una emboscada del mismo grupo rebelde en una zona selvática del departamento de Nariño, en el sur del país, en la frontera con Ecuador.
Unos 30,6 millones de colombianos están habilitados para elegir el 30 de octubre 1.102 alcaldes, 32 gobernadores y miles de concejales y diputados en unos comicios tradicionalmente caracterizados por una elevada abstención y la violencia.
La actual campaña ha sido una de las más violentas en la historia reciente y en medio de la misma han sido asesinados 41 candidatos.
La cifra supera los 27 candidatos que murieron en ataques en toda la campaña del 2007, de acuerdo con estadísticas de la Misión de Observación Electoral.
La mayoría de los candidatos asesinados en la actual campaña buscaban ser elegidos en regiones en donde tienen presencia la guerrilla izquierdista y bandas criminales conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha y dedicadas al narcotráfico.
Históricamente las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) intensifican sus ataques antes de los comicios para demostrar poder militar en regiones en donde también buscan incidir en la política, presionando a los electores para que elijan candidatos afines a sus intereses o impidiendo la elección de quienes rechazan a la guerrilla, según analistas.
Los desplazamientos que realizan las Fuerzas Armadas a diferentes regiones del país para garantizar el normal desarrollo de las elecciones las hacen vulnerables a los ataques de la guerrilla que suelen instalar explosivos en caminos y carreteras que activan al paso de los militares.
Las FARC y el ELN han sido debilitados desde el 2002 por una ofensiva militar, apoyada por Estados Unidos, en medio de la que han muerto importantes comandantes, mientras que miles de combatientes han desertado.
Sin embargo, los rebeldes aún mantienen la capacidad de realizar ataques de gran impacto en zonas selváticas y montañosas en donde tienen presencia, e incluso en las grandes ciudades.
