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Obama visita Afganistán a un año de la muerte de Bin Laden
Miércoles, Mayo 2, 2012 - 05:32

Poco después de que llegó durante la noche, Obama y el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, firmaron un acuerdo de sociedad estratégica en el palacio del líder afgano en el que se establece el papel de Estados Unidos a largo plazo en el país, incluida la ayuda y el asesoramiento.

Base Aerea Bagram, Afganistán. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conmemoró este miércoles el aniversario de la muerte de Osama bin Laden con un rápido viaje a Afganistán, donde firmó un pacto estratégico con Kabul y pronunció un discurso de año electoral en el que dijo a los estadounidenses que la guerra se está acabando.

Poco después de que llegó durante la noche, Obama y el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, firmaron un acuerdo de sociedad estratégica en el palacio del líder afgano en el que se establece el papel de Estados Unidos a largo plazo en el país, incluida la ayuda y el asesoramiento.

El acuerdo brindaría garantías a los afganos de que no serán abandonados cuando la mayoría de las tropas de combate de la OTAN dejen el país en el 2014. Para Obama, fue una oportunidad para poner límite a una guerra iniciada por su predecesor como respuesta a los ataques del 11 de septiembre del 2011, pero que ahora es tremendamente impopular en Estados Unidos.

"Compatriotas, hemos viajado por más de una década bajo la nube oscura de la guerra. Aún aquí, en la oscuridad crepuscular de Afganistán, podemos ver la luz de un nuevo día en el horizonte", dijo Obama en un discurso televisado al pueblo estadounidense frente a vehículos blindados y una bandera de su país.

"Mientras salimos de una década de conflictos en el extranjero y crisis económica en casa, es momento de renovar Estados Unidos", declaró. "Esta hora de guerra comenzó en Afganistán y aquí es donde terminará", agregó.

Cerca de 3.000 soldados estadounidenses y de la OTAN han muerto durante la guerra en Afganistán desde que los gobernantes talibanes fueron derrocados en el 2001.

Obama visitó a los soldados durante una estadía de cerca de seis horas en el país y enfatizó la muerte de bin Laden, un evento que su campaña de reelección ha promovido como uno de los grandes logros de su administración. Obama dejó Afganistán en el Air Force One poco después de que pronunció su discurso.

"No sólo hemos sido capaces de expulsar a Al Qaeda fuera de Afganistán, sino que poco a poco y sistemáticamente hemos sido capaces de diezmar las filas de Al Qaeda, y hace un año fuimos capaces finalmente de llevar a Osama bin Laden ante la justicia", dijo Obama en medio de aplausos en la Base Aérea de Bagram.

Pero incluso mientras afirmaba en su discurso que había un "camino claro" para cumplir la misión de Estados Unidos en Afganistán y declaró que la derrota de Al Qaeda está "dentro de alcance", advirtió de nuevas dificultades en el futuro.

"Reconozco que muchos estadounidenses están cansados de la guerra (...) pero debemos terminar el trabajo que comenzamos en Afganistán y poner fin a esta guerra de manera responsable", refirió en la base aérea Bagram en las afueras de Kabul.

El recinto fue escenario de protestas de miles de afganos hace unos meses, después de que soldados estadounidenses quemaron accidentalmente copias del Corán, el libro sagrado del Islam. El incidente llevó a las tensas relaciones con el gobierno de Kabul a su nivel más bajo en años.

Si bien habló en términos generales de "difíciles días por venir", Obama no trató algunos de los temas más complicados.

Entre ellos están la corrupción en el débil gobierno de Karzai, la inseguridad de las fuerzas afganas de cara a la resistente insurgencia talibán, la tensa relación de Washington con Pakistán, donde funcionarios estadounidenses ven una cooperación selectiva en la persecución de milicianos que realizan actos violentos a ambos lados de la frontera.

Esos riesgos, junto con los avances tácticos que los comandantes estadounidenses ven en algunas partes del país, fueron presentados en un nuevo reporte del Pentágono divulgado el martes.

Obama se reunió con Karzai en su amurallado palacio jardín en Kabul, donde firmaron un Acuerdo de Asociación Estratégica afgano-estadounidense. "Al firmar este documento, cerramos los últimos 10 años y abrimos una nueva temporada de relaciones de iguales", dijo Karzai después de la reunión.

Dentro de Afganistán, la ceremonia de firma en el palacio buscaba enviar un mensaje a los talibanes y otros grupos de que no pueden esperar la salida de los 130.000 soldados extranjeros para regresar al poder.

Atento a elección. El acuerdo no especifica si una cantidad reducida de soldados estadounidenses, posiblemente fuerzas especiales, y asesores permanecerán después del plazo de retiro de la OTAN en 2014. Eso se tratará en un acuerdo separado sobre el estatus de las fuerzas que aún se está negociando.

Mientras lucha por la reelección en una campaña dominada por temas económicos, Obama busca mostrar sus antecedentes de política exterior como un éxito.

Su equipo de campaña ha hecho de la muerte de bin Laden una parte clave de esa afirmación, y la visita del presidente al país donde los milicianos urdieron los ataques del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos refuerza ese mensaje.

También lo expone a las críticas de los republicanos, quienes dicen que Obama ha politizado la muerte de bin Laden.

El republicano Mitt Romney, el posible rival de Obama en la elección de noviembre, ha criticado el manejo de Obama respecto a Afganistán, diciendo que el cronograma de retiro sólo animará a los milicianos y podría dejar al país vulnerable a que los talibanes regresen al poder, como ocurría antes de la invasión liderada por Estados Unidos.

Obama respondió, insistiendo en que un "calendario claro" era necesario para cumplir las limitadas metas de Estados Unidos en el conflicto, principalmente las de antiterrorismo, y permitir que los afganos ejerzan su soberanía.

La campaña de Obama ha cuestionado si Romney habría tomado la misma decisión de autorizar la incursión que mató a bin Laden. El martes en Nueva York, Romney dijo que habría tomado la misma decisión y criticó a Obama por hacer del tema algo político.

Dejando la política de lado, un funcionario estadounidense de alto rango advirtió que sin importar qué acuerdos se firmen, "Afganistán aún va a ser el tercer país más pobre del mundo".

El escepticismo lo comparte del embajador de la Unión Europea en Kabul, quien anteriormente el martes dijo que la ayuda que Occidente ha enviado a Afganistán tendrá un impacto limitado mientras el gobierno siga siendo débil y la corrupción generalizada.

El Gobierno de Afganistán parece no comprender la magnitud de los grandes desafíos a sólo dos años del retiro, dijo Vygaudas Usackas a Reuters en una entrevista.

Autores

Reuters