El obispo de Misiones y Ñeembucú dijo que “este parlamentarismo de Paraguay, hace lo que quiere y naturalmente de acuerdo a sus intereses, llevando aguas a su molino”. Añadió que esta situación va a tener que vivir el actual presidente.

“El gobierno de Federico Franco va a seguir de tumbo en tumbo, como el gobierno de Lugo, porque el Parlamento no responde al Ejecutivo”, señaló monseñor Mario Melanio Medina.

El obispo de Misiones y Ñeembucú manifestó que “este parlamentarismo de Paraguay, hace lo que quiere y naturalmente de acuerdo a sus intereses, llevando aguas a su molino”.

Añadió que esta situación va a tener que sufrir el presidente Franco, e inclusive uno peor ya que el apoyo internacional no es efectivo.

“Este gobierno no está reconocido por los países del Mercosur y muchos otros países a nivel mundial”, dijo monseñor Medina.

Subrayó que “algo bueno se puede sacar” del bloqueo político impuesto por los demás países miembros del Mercosur, refiriéndose a la autogestión del gobierno nacional durante la dictadura de José Gaspar Rodríguez de Francia.

“Ahora vivimos en otras épocas, en la globalización, por eso es importante la cooperación de los países extranjeros”, expresó el obispo durante una entrevista en su residencia episcopal de San Juan Bautista.

El prelado indicó que este tropiezo “no va a ser largo” ya que a un año ya se registrará un nuevo cambio de gobierno. “Pueden pasar muchas cosas buenas y muchas cosas desagradables”, dijo.

Según el obispo, la Constitución de 1992 le dio mucho poder al Congreso por temor a una dictadura. “Por eso los parlamentarios hacen lo que quieren”, manifestó.

Señaló que el gobierno debe tener a sus parlamentarios, a diferencia del ex presidente Fernando Lugo que no los tenía. Subrayó que con Federico Franco las cosas están divididas porque “hay intereses mezquinos de grupos, movimientos y de partidos”.

“Estamos en Paraguay y no hay conciencia política para el bien de la nación y para el bien del país, sino más bien para el grupo”, puntualizó el obispo.

Expresó que, por los intereses de grupos y de movimientos político-partidarios, hasta el Frente Guasú se divide.

“En el Paraguay todos los partidos se dividen por intereses grupales y mezquinos y el pueblo sufre”, concluyó.