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Partidos de Italia luchan por mantenerse a flote antes de los comicios
Jueves, Junio 7, 2012 - 16:15

Según se acercan las elecciones, previstas para 2013, y con la confianza del público en los políticos por los suelos tras años de recesión y una serie ininterrumpida de escándalos, todos los grandes partidos luchan por adaptarse al nuevo estado de ánimo.

Roma. Gerry Scotti es un alegre presentador de televisión, conocido en Italia por anunciar una popular marca de arroz, pero que hace poco se le viera como un posible primer ministro da una idea de la inestabilidad del sistema político local.

Scotti, un presentador del imperio televisivo Mediaset de Silvio Berlusconi, fue mencionado esta semana por el ex primer ministro como un posible líder de su partido de centroderecha PDL, traumatizado por su derrota el mes pasado en las elecciones locales ante el cómico inconformista Beppe Grillo.

La gran entrada de Grillo ha sembrado algo similar al pánico entre los partidos tradicionales, ya reducidos al papel secundario de prestar apoyo al gobierno tecnócrata del primer ministro, Mario Monti.

"Siempre ha habido una veta muy poderosa de sentimiento antipolítico en Italia y eso está brotando muy fuerte ahora", dijo esta semana en una conferencia Francesco Maietta, responsable de la división de política social del grupo de estudios de Roma Censis.

El Movimiento Cinco Estrellas de Grillo, que hace unos meses era un diminuto grupo alternativo, se ha convertido en la segunda o tercera fuerza política italiana, gracias a su incansable ataque a los políticos corruptos y derrochadores.

Scotti negó rápidamente cualquier interés en una carrera política, al igual que Roberto Saviano, autor de "Gomorra", un libro contra la mafia, y que fue señalado como un posible líder para la izquierda pese a su falta de experiencia política.

Pero según se acercan las elecciones, previstas para 2013, y con la confianza del público en los políticos por los suelos tras años de recesión y una serie ininterrumpida de escándalos, todos los grandes partidos luchan por adaptarse al nuevo estado de ánimo.

Los sondeos de opinión señalaron grandes pérdidas para la mayoría de los grandes grupos si las elecciones se celebraran ahora, y los líderes de las formaciones han sofocado los signos de revueltas internas contra las cada vez más impopulares medidas de austeridad de Monti.

Un miembro destacado del Partido Demócrata, de centroizquierda, recibió un toque de atención de su formación esta semana tras pedir elecciones anticipadas en otoño, y el propio Berlusconi se ha visto obligado a dar marcha atrás tras sugerir que Italia debería salir del euro, diciendo al día siguiente que sólo bromeaba.

Pero el clima febril casi ha congelado el apoyo político para más reformas, planteando la gran pregunta de qué fuerza política podría tener éxito si Monti cumple su promesa de volver a la vida académica tras las elecciones del 2013.

Desorientación. En una carta abierta publicada este jueves en el diario político Il Foglio, el presidente del Senado, Renato Schifani, miembro veterano del PDL, dijo que los partidos tradicionales, en especial el suyo, están pasando por una fase de "desorientación aguda".

"Me pregunto a mí mismo, ¿qué será de Italia en seis meses o un año?", escribió, pidiendo a Berlusconi y el resto de los líderes del partido que acepten "profunda autocrítica".

También instó a los partidos a presentar ideas "para dar a Italia un gobierno fuerte y con autoridad que pueda superar los desafíos y pruebas que, parecen graves, si no al límite de lo que puede soportarse".

Esta es una postura que tiene apoyos fuera del ámbito político, reflejada en las reiteradas peticiones de que se encuentre un liderazgo sólido que han hecho el Banco de Italia y la patronal Confindustria, así como directivos de negocios privados.

"No he visto algo como esto en unos 20 años. No tengo ni idea de con quién se supone que tengo que tratar", dijo un importante directivo de una corporación internacional, cuyo trabajo implica estrecho contacto con parlamentarios.

También el que espere cambios del movimiento de Grillo, con su gran contingente de jóvenes internautas, podría verse decepcionado. Casi tres semanas después de obtener el poder en la localidad norteña de Parma, el alcalde de Cinco Estrellas, Federico Pizzarotti, aún no ha logrado formar un gobierno local.

La centroderecha en particular ha tenido problemas en la era post Berlusconi, incapaz de escapar del multimillonario plagado de escándalos, que dice que quiere seguir siendo el "entrenador del equipo" aunque no se presente a las elecciones.

La formación ha flirteado con el cambio al proponer la introducción de un sistema presidencial al estilo francés como parte de una muy aplazada reforma de la criticada ley electoral italiana, pero su falta de dirección ha hecho sonar las alarmas en el partido.

La carta abierta de Schifani, un paso muy inusual para un político cuya posición le convierte en el segundo cargo público más destacado del Estado por detrás del presidente, Giorgio Napolitano, es en cierto modo una advertencia.

"Si la crisis no fuera tan violenta y lacerante, si la confusión de ideas no fuera tan distractiva e inconcluyente, yo seguiría rigurosamente dentro de los límites de imparcialidad impuestos por mis responsabilidades institucionales", afirmó.

Autores

Reuters