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¿Podemos hablar de "afinidad espiritual" entre Vladimir Putin y Donald Trump?
Jueves, Agosto 4, 2016 - 10:06

Desde hace semanas, la prensa estadounidense habla sobre la existencia de una suerte de "afinidad espiritual" entre el candidato presidencial republicano y el mandatario ruso. Pero, ¿qué nexo concreto hay entre ellos?

Aunque la prensa estadounidense habla desde hace semanas sobre una suerte de “afinidad espiritual” entre Donald Trump y Vlamidir Putin, no se sabe qué nexo concreto une al uno con el otro. De hecho, ni siquiera se ha comprobado que el candidato presidencial del Partido Republicano haya conocido personalmente al jefe del Gobierno ruso. “Yo nunca me he encontrado con Putin; yo no lo conozco. Él dijo algo bueno de mí una vez; dijo que yo era un genio. Eso fue todo. Yo nunca me he encontrado con él”, aseguró Trump este lunes.

Sin embargo, en entrevistas anteriores, el empresario sostuvo todo lo contrario. “¡Sí, yo estoy en contacto con Putin!”, alardeó a finales de 2013. De ahí que el pasado fin de semana, un moderador de la cadena televisiva ABC llamara la atención de Trump hacia su propia contradicción. “Yo no creo haberme encontrado jamás con Putin”, respondió el aspirante a la presidencia de Estados Unidos. “¿Cómo que ‘no cree'? Usted debe saber si usted se encontró con Putin alguna vez o no”, insistió su interlocutor. “Sí… yo creo que sí”, balbuceó Trump.

Especulaciones. ¿Senilidad, discreción o secretismo? Da igual: numerosos periodistas han investigado la posibilidad de un vínculo entre ambos políticos, pero no han encontrado documento alguno que apunte a que Trump y Putin se han reunido para conocerse, cara a cara. Algunos recuerdan que cuando Trump organizó la elección de Miss Universo 2013 en Moscú, él se empeñó en que Putin asistiera al evento como invitado de honor. En vano: Putin no fue. Otros especulan que el estadounidense tiene negocios con oligarcas rusos y recibe dinero de Rusia.

Esa es otra de las especulaciones que el mismo Trump alimenta al negarse a hacer pública su declaración de impuestos. ¿Qué pasó con los planes de erigir una Torre Trump y un Hotel Trump en Moscú? Nada. Éstos fueron engavetados. ¿Y qué fue del proyecto de popularizar el Vodka Trump en Rusia? Nada. Fracasó. A falta de evidencias sólidas sobre un pasado que los una de alguna manera, Michael O'Hanlon, experto en Política Exterior del think tank Brookings Institute, opta por pensar que lo que existe es mera admiración mutua.

Países fuertes. “Inquieta que Trump vea en Putin a un ‘alma gemela' porque él parece tener en mente lo siguiente: ‘Nosotros, los países fuertes, nos repartiremos el mundo. Putin puede tener su área de influencia siempre y cuando deje en paz a la nuestra'", ice O'Hanlon. ¿Almas gemelas? Eso no basta para explicar por qué algunas declaraciones de Trump suenan como si el propio Putin se las hubiera dictado: él ha dicho cosas tan duras como que la OTAN se ha vuelto prescindible y ha dado a entender que podría reconocer la anexión de Crimea por parte de Rusia.

“Yo voy a analizar esa situación detalladamente. Pero, por lo que he oído, la gente de Crimea prefieren estar con Rusia que con Ucrania”, señaló Trump el pasado fin de semana. Eso coincide con que los delegados de Trump en el congreso de los republicanos se aseguraron de eliminar del programa del partido la solicitud de nuevos envíos de armamento a Ucrania. En un lapso muy breve, Trump ha logrado derrocar premisas fundamentales de los republicanos: nacionalismo en lugar de internacionalismo, proteccionismo en lugar de libre comercio…

No es de extrañar, entonces, que Putin aspire a ver a Trump en la Casa Blanca.

Autores

Deutsche Welle