Odebrecht, la mayor constructora de Latinoamérica, admitió pagos por unos US$29 millones en sobornos para conseguir obras públicas entre el 2005 y el 2014 en Perú, en los gobiernos de los ex presidentes Toledo, Alan García y Ollanta Humala.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, rechazó este jueves haber estado involucrado en el pago de sobornos cuando fue primer ministro en el gobierno de Alejandro Toledo, tal como indicó la brasileña Odebrecht en una declaración, y pidió una investigación.
Odebrecht, la mayor constructora de Latinoamérica, admitió pagos por unos US$29 millones en sobornos para conseguir obras públicas entre el 2005 y el 2014 en Perú, en los gobiernos de los ex presidentes Toledo, Alan García y Ollanta Humala.
La declaración consta en un documento de una corte de Estados Unidos revelado el miércoles como parte de un acuerdo judicial con las firmas Odebrecht y Braskem.
"Yo puedo garantizar que no recibí nada, ni hice nada. Todo eso se tiene que investigar obviamente", dijo Kuczynski a periodistas tras arribar a una localidad en la selva del país.
Kuczynski, un ex banquero y financista en el Wall Street, fue primer ministro entre agosto del 2005 hasta el fin del mandato de Toledo en julio del 2006. Antes, por casi año y medio, ocupó la cartera de Economía y Finanzas.
Según el documento de acuerdo judicial en Estados Unidos, Odebrecht reconoció pagos entre el 2005 y el 2008 por 20 millones de dólares en sobornos en Perú por ganar la subasta de un proyecto de infraestructura en el 2005.
"Se tendrá también que traer a la gente de Odebrecht (para) que explique a quién se le pagó esa plata", dijo Kuczynski.
La semana pasada, un fiscal reabrió una investigación al presidente Kuczynski para determinar si se ayudó a Odebrecht a ganar contratos hace una década. En declaraciones previas a otro fiscal, el mandatario negó esas acusaciones.
Fiscales peruanos ya investigan los presuntos sobornos de Odebrecht y de otras firmas constructoras brasileñas para obtener contratos en el país andino.
Odebrecht ha ganado en la última década en Perú contratos de obras pública por al menos US$10.000 millones.
