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Presidente boliviano anunciará un aumento salarial tras "gasolinazo"
Miércoles, Diciembre 29, 2010 - 04:32

Un funcionario gubernamental de alto rango dijo que el alza de salarios será uno de los temas centrales de un mensaje a la nación con el que el gobernante saldrá al paso de las protestas desatadas por el reajuste.

La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunciará este miércoles un "significativo" aumento salarial y otras medidas para paliar el impacto del fuerte aumento de precios de los combustibles decretado el pasado fin de semana, dijeron fuentes oficiales.

Tras la decisión presidencial, la Central Obrera Boliviana (COB) decidió realizar sólo marchas de protesta en vez de una huelga que habían anticipado varios dirigentes, en demanda de la anulación del alza sin precedentes de hasta 83% en los combustibles para automotores.

Un funcionario gubernamental de alto rango dijo este martes a Reuters que el alza de salarios será uno de los temas centrales de un mensaje a la nación con el que el gobernante saldrá al paso de las protestas desatadas por el reajuste.

"El aumento salarial compensará tanto la inflación acumulada en 2010 como el efecto directo de la eliminación de la subvención a los combustibles", dijo la fuente, sin hacer precisiones.

La fuente dio la información después de que el portavoz oficial, Iván Canelas, anunciara que el presidente emitirá un mensaje por radio y televisión -un mecanismo de comunicación usado por Morales sólo en aniversarios o situaciones extraordinarias- para presentar "decisiones" derivadas "de la medida (reajuste de combustibles) que asumió el Gobierno".

Previamente, el ministro de Economía, Luis Arce, cifró en torno a 20% el alza acumulada de precios entre la inflación de 2010 -que rondaría el 7% frente a 0,26% en 2009- y lo previsto para las primeras semanas de enero como consecuencia del llamado "gasolinazo".

El salario mínimo actual en Bolivia equivale a US$95 mensuales.

La fuente agregó que Morales prevé anunciar también medidas en favor de los funcionarios públicos y de apoyo a los municipios en proyectos de agua potable, de gran impacto social y de uso intensivo de mano de obra.

Estas medidas se sumarían al congelamiento de tarifas de agua, electricidad y teléfonos, decretado también el domingo cuando Morales visitaba a su aliado el venezolano Hugo Chávez.

Apoyo en juego. Canelas dijo que el gobierno, que definió al reajuste como "fin de un subsidio neoliberal" que le costó al país US$380 millones en 2010 -equivalente a cerca de 2% del PIB-, esperaba llegar rápidamente a acuerdos con los propietarios del transporte automotor y con la Central Obrera Boliviana (COB).

Para analistas, sólo una alta compensación salarial evitaría que Morales pierda el vital apoyo de los sindicatos y se enfrente a protestas sociales de potencial alto costo político, a poco de concluir el primer año de su segundo mandato quinquenal.

El mayor reajuste de combustibles en una década convirtió a Morales en blanco de duras críticas, incluso de sindicatos con los que desarrolló una suerte de co-gobierno, pero a la hora de tomar decisiones la COB, que agrupa a todos los sindicatos del país, descartó una huelga y se abrió a dialogar con Morales.

"Rechazamos rotundamente el decreto (sobre combustibles) y exigimos su inmediata derogación", pero al mismo tiempo "aceptamos el diálogo para plantear la derogación", dijo la resolución de un "ampliado" o reunión nacional de dirigentes de la COB que concluyó en la noche del martes.

La cúpula sindical, mayoritariamente izquierdista y en la que conviven partidarios y opositores al también sindicalista Morales, no decidió más medidas de presión que las marchas a realizarse en todas las ciudades.

En aparente admisión de que el "gasolinazo" sería irreversible, el líder de la COB, Pedro Montes, llamó luego a "la conciencia de los transportistas para que no se excedan en el incremento de tarifas" y anunció que las marchas podrían realizarse esta misma semana.

Entretanto, los propietarios del transporte urbano y de larga distancia dijeron que sus negociaciones con el gobierno sobre nuevas tarifas estaban al borde del fracaso y culparon de ello a la Autoridad de Fiscalización de Transportes que autorizó un reajuste general máximo de 30%.

El líder sectorial Franklin Durán dijo que su pedido inicial era un reajuste tarifario de 100%.

Alzas de entre 100% y 150% eran aplicadas de facto por transportistas urbanos en La Paz, donde algunos usuarios reclamaban pero sin mayores incidentes, según mostraron imágenes de televisión.

Autores

Reuters