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Presidente colombiano despierta suspicacias sobre pretensiones de reelección
Viernes, Febrero 15, 2013 - 16:40

Transcurrida más de la mitad de su periodo de cuatro años, el mandatario -que registra una popularidad de un 53% en el último sondeo de Inmaterial Gallo- no ha dicho aún si buscará ser reelegido, aunque anunció que en el segundo semestre definirá ese asunto.

Chinchina, Colombia. Un sonriente Juan Manuel Santos conduce lentamente un viejo vehículo todo terreno utilizado para transportar café, mientras saluda a cientos de personas que esperan su paso en una estrecha calle de este pueblo del centro de Colombia.

La escena pasaría desapercibida en otro momento, pero a más de un año de los comicios presidenciales en los que Santos podría aspirar a ser reelegido o dar un guiño a alguien de su confianza, por lo menos despierta suspicacia y plantea la pregunta: ¿está Santos en campaña?

Transcurrida más de la mitad de su periodo de cuatro años, el mandatario -que registra una popularidad de un 53% en el último sondeo de Inmaterial Gallo- no ha dicho aún si buscará ser reelegido, aunque anunció que en el segundo semestre definirá ese asunto.

Con una marcada política social, el presidente dedica gran parte de su agenda a asistir a masivos actos en pueblos y ciudades en donde defiende las obras de su gobierno que refuerza con entregas de computadores, casas para los más pobres, tierras para los desplazados o subsidios educativos y de salud.

La reciente presencia de Santos en Chinchiná y su preocupación por el café, uno de los principales productos de exportación de Colombia, podría tener como trasfondo la disputa por los millones de votos que representan las 500.000 familias dedicadas a la caficultura, de acuerdo con analistas.

El presidente anunció en este pueblo, durante un consejo de gobierno en el que no faltaron los chiflidos y reclamos, la prorroga de un subsidio a los cafeteros para compensar los costos de producción por los bajos precios en medio de la revaluación de la moneda.

"Lo que estamos haciendo a lo largo y ancho del país es construyendo las condiciones para que en este país podamos vivir en paz", dijo días después Santos en Pradera, un pueblo del departamento del Valle, en el acto de entrega de las primeras casas de las 100.000 que prometió construir y entregar gratis.

Aunque los actos del presidente, un economista y administrador de 61 años educado en Estados Unidos e Inglaterra, tienen un marcado énfasis social en un país de 46 millones de habitantes con casi la mitad de su población sumida en la pobreza, sus críticos no dudan en advertir que son populistas y tienen fines electorales.

"Sin duda que es la señal más clara de que está en reelección, no lo ha dicho públicamente, pero es un hecho por la forma como está manejando la comunicación, los actos de Estado y de Gobierno y gobernando con un sólo propósito: buscar la reelección", dijo Oscar Iván Zuluaga, quien aspira a ser candidato presidencial del denominado Centro Democrático.

Ese movimiento político es liderado por el ex presidente Alvaro Uribe, quien apoyó la elección de Santos en el 2010, pero que se convirtió en su más fuerte crítico por temas como la negociación de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el deterioro de la seguridad.

Uribismo en actividad política. Un grupo de dirigentes que acompañó a Uribe en su gobierno, incluidos Zuluaga y el ex presidente Francisco Santos -primo del actual presidente- realiza visitas y conferencias en diferentes ciudades para explicar un proyecto político que busca elegir a varios congresistas en los comicios del 2014 y derrotar al actual mandatario en caso de que busque la reelección.

De acuerdo con las leyes colombianas, un mandatario en ejercicio tiene plazo límite para anunciar su interés de ser reelegido hasta seis meses antes de la votación.

La elección presidencial del 2014 se realizará a finales de mayo, por lo que Santos tendría plazo hasta finales de noviembre, cuando podría arrancar oficialmente la campaña.

Al igual que como lo hizo Uribe en la campaña del 2006 cuando fue reelegido después de una reforma a la Constitución, los posibles contendores de Santos se sienten en desventaja de enfrentar a un presidente candidato que goza de privilegios.

"Ese es el escenario que se está enfrentando, vamos a tener que estar muy alerta en el uso de los recursos públicos y el interés que todo acto y obra de Gobierno tiene un propósito electoral, a pesar de que todavía no se inicia legalmente el período de los procesos políticos", dijo Zuluaga, ex ministro de Hacienda de Uribe.

Aunque no es seguro que Santos buscará su reelección, pese a que sus actos parecen demostrarlo de acuerdo con políticos y analistas, también podría inclinar la balanza a favor de alguno de sus hombres cercanos como su ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras.

El funcionario es considerado un hombre de línea dura contra la guerrilla y podría lanzarse como candidato en procura de ser elegido sucesor del actual presidente.

Vargas Lleras, quien antes fue ministro del Interior y luego pasó al de Vivienda -un puesto que le permite tener más contacto con el público-, semanalmente preside masivas concentraciones en diferentes ciudades para entregar subsidios o hacer anuncios de nuevas soluciones habitacionales.

Pero a medida que se inicie oficialmente la campaña, los diferentes sectores políticos preparan sus estrategias y buscan sus candidatos para un proceso que estará influenciado por los temas de seguridad, la negociación de paz del Gobierno con las FARC, la economía y las estrategias para reducir la pobreza y el desempleo.

Santos, considerado en los círculos políticos como calculador y estratega acostumbrado a apostar duro, logró la aprobación en el Congreso de importantes reformas económicas, como una que permite distribuir en todo el país las regalías petroleras y mineras, antes invertidas sólo en las regiones productoras.

También consiguió sacar adelante una reforma para ahorrar recursos en el exterior provenientes de la bonanza minero energética, lo que le permite controlar las finanzas públicas.

Pros y contras. Adicionalmente, el Congreso aprobó una ley para compensar económicamente a miles de víctimas de la violencia originada por el conflicto armado y devolver las tierras a los desplazados por la guerrilla y los escuadrones paramilitares.

Y como si fuera poco, Santos tomó el riesgo de iniciar una negociación de paz con las FARC en Cuba, que si tiene éxito lo podría poner en un lugar privilegiado en la historia del país.

Si logra un acuerdo de paz con las FARC en el segundo semestre, el mandatario podría ver fortalecidas las posibilidades de ser reelegido, una situación que le favorecería a él y a la guerrilla, ya que bloquearía un eventual avance de los uribistas, opinó Christian Voelkel, del centro de análisis International Crisis Group.

Pero Santos, que tiene un estilo pausado y conciliador, tiene en su contra un retroceso en la seguridad por el recrudecimiento de los ataques y secuestros de la guerrilla, la principal crítica que le hace frecuentemente Uribe, y una desaceleración de la economía, que pese a la inversión extranjera directa hacia los sectores petrolero y minero, mantiene un desempeño limitado en la agricultura y la construcción.

Otro de sus puntos débiles es el caótico sistema de salud, para el que prepara una reforma, y el desempleo, que pese a una reducción aparece en las encuestas como una de las principales preocupaciones de los colombianos.

El centro de análisis político LatinNews, con sede en Inglaterra, pronosticó que la campaña electoral por la presidencia se dará entre Santos y un representante de Uribe, lo que podría implicar una recomposición de las fuerzas políticas que apoyan a uno y otro.

"Santos, ex ministro de Defensa de Uribe, ha irritado a su ex jefe adoptando un enfoque más holístico, añadiendo las políticas económicas y sociales para la campaña militar, y reconociendo la necesidad de una solución política pactada. La campaña de 2014 es probable que se libre entre Santos y un candidato representante de Uribe por estos motivos", afirmó.

Pero ese escenario también podría abrir la puerta a una opción que intente sacar provecho al enfrentamiento entre Santos y Uribe, en un país acostumbrado a campañas electorales cortas.

"Santos ha hecho cosas buenas, como ayudar a los más pobres, pero si quiere ser reelegido no la va a tener fácil porque Uribe, criticándolo a toda hora, va a buscar que uno de sus hombres de confianza lo derrote para recuperar indirectamente el poder", dijo Marío Agudelo, un cultivador de café de 35 años, mientras veía el avance del mandatario en el vehículo todo terreno en Chinchiná.

Autores

Reuters