José Mujica precisó que en más de 50 años recién ahora se ha cubierto "la gigantesca brecha que se abrió antes y durante de la dictadura (1973-1985) en contra del nivel de vida del pueblo uruguayo".

Montevideo. El presidente José Mujica resaltó el hecho de que, pese a las crisis internacional, "nuestra sociedad camina y, por una vez, no ha sentido el peso enorme de esas crisis".

Precisó que en más de 50 años recién ahora se ha cubierto "la gigantesca brecha que se abrió antes y durante de la dictadura (1973-1985) en contra del nivel de vida del pueblo uruguayo".

Señaló que el país sudamericano ha logrado un nivel de recuperación que lo coloca, "desde el punto de vista de la frialdad de los números objetivos", en términos similares a aquellos "años venturosos donde se consideraba a nuestro país la Suiza de América".

Alertó, empero, que depende de los uruguayos avanzar a "paso cansino, pero positivo" para lograr un crecimiento de alrededor de cuatro por ciento en los años venideros.

En su última audición radial del 2012, Mujica también recordó que aumentaron "con creces" los salarios, aunque no todo lo que quisieran los trabajadores.

En su mensaje, el mandatario puntualizó logros poco difundidos en los medios de difusión, como el hecho de que 10 toneladas de armas entregadas por el Ministerio de Defensa fueran transformadas en varillas para la construcción, señaló Prensa Latina.

Tras opinar que se trata de un hecho "francamente lleno de simbolismo", relató otros logros de su gobierno este año que "no tuvieron cobertura como tienen otras noticias menos alentadoras".

Señaló como poco conocidos los casos de uruguayos necesitados que recibieron viviendas y atención odontológica, a la vez que destacó la futura formación de una universidad tecnológica.

Agregó que Uruguay era "casi el único país de América Latina que no tenía una universidad pública dedicada al incremento tecnológico y científico". Mujica agradeció a los "miles que cubren multitud de tareas anónimas, que no pasan a la historia pero hacen la historieta cotidiana de nuestra sociedad".

Como viejo militante social, dijo, tengo la obligación de agradecer a los que saben que con esfuerzos de esta naturaleza no se cambia el mundo, pero se mejoran enormemente las circunstancias sociales y materiales en las que tienen que criarse gurises (niños) pobres de nuestra sociedad.