El último de los generales que ejercieron el poder en Guatemala durante la dictadura militar que imperó en los 60, 70 y 80, el general Oscar Mejía Víctores, murió a los 85 años. Mejía fue acusado de genocidio.

Mejía llegó al poder el 8 de agosto de 1983 por medio de un golpe de Estado que derrocó al también general Efrain Ríos Montt. Se comprometió a permitir una apertura política a fin de que, mediante elecciones libres, se reestableciera la democracia. Esto finalmente ocurrió en 1985 con la promulgación de una nueva Constitución y la celebración de un proceso electoral.

Como resultado de ello en enero de 1986 asumió la presidencia el democratacristiano Vinicio Cerezo (1986-90), el primer civil en ejercer el poder tras sucesivos regímenes militares autoritarios y fraudulentos.

Acusado de genocidio y crímenes de lesa humanidad

Mejía fue uno de los ex jefes militares contra quienes la premio Nóbel de la Paz 1992, la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, planteó una querella ante la Audiencia Nacional de España bajo cargos de genocidio, desapariciones forzadas y torturas.

En 2011 fue detenido en Guatemala bajo cargos de genocidio y crímenes de lesa humanidad, pero un año después un juez resolvió que sufría incapacidad mental, por lo que ordenó el cese de la persecución penal.

Mejía fue sepultado este lunes por sus familiares rodeado de hermetismo.