El vicepresidente de la Asamblea, Juan Carlos Cassinelli, sin embargo, afirmó que, según él, se descarta que en la disposición en torno a los medios se implemente la censura previa.

Los límites al trabajo de los medios de comunicación durante la campaña electoral y todas las reformas al Código de la Democracia entrarán en vigencia este 4 de febrero.

Este martes, el pleno de la Asamblea no dio paso a la moción presentada por el asambleísta Abdalá Bucaram Pulley (PRE) de reconsiderar lo aprobado por la Asamblea la semana pasada.

Bucaram buscaba evitar los cambios al método de adjudicación de escaños para las próximas elecciones.

El martes 10 de enero, el pleno solo se allanó a cinco de las siete objeciones remitidas por el presidente Rafael Correa, donde se determina la aplicación de método D’Hondt para la asignación de escaños cuando se elija a los asambleístas provinciales y el método Webster para los nacionales.

Dos textos no tuvieron votos ni para el allanamiento ni para la ratificación.

Estos se refieren a la inclusión de la figura del acoso político y a la prohibición a los medios de comunicación a realizar reportajes o especiales, o cualquier otra forma de mensajes, que tiendan a incidir a favor o en contra de determinado candidato.

Para que estas reformas se apliquen en las próximas elecciones, el Consejo Nacional Electoral (CNE) deberá modificar el cronograma elaborado por los consejeros anteriores que establecieron las elecciones para enero del 2013.

El sector oficialista dejó entrever que no conocía sobre si Cordero conversó sobre este tema con el presidente Correa el pasado lunes.

El vicepresidente de la Asamblea, Juan Carlos Cassinelli (AP), confirmó que el oficialismo no trató nada relacionado a esta norma pero, según él, se descarta que en la disposición en torno a los medios se implemente la censura previa. Puntualizó que no están prohibidas las entrevistas, pero sí una posible inequidad en el trato a los candidatos en los medios públicos y privados.

Dijo que “se quiere evitar que se resalten los méritos con la finalidad de inducir al electorado a que vote por un candidato”.

La coordinadora del bloque, Gina Godoy (AP), aseguró que no existían las condiciones en el bloque oficialista para tratar una eventual reconsideración.

Aseguró que el discurso político de la oposición y los mensajes de los distintos medios de comunicación contribuyeron a que se creen “muchos fantasmas”, como que se va a afectar la libertad de expresión.

Señaló que el país y la prensa deben tener paciencia de la reglamentación que dicte el Consejo Nacional Electoral sobre esta disposición e insistió que lo más prudente es esperar a que el texto pase por el ministerio de la ley.

La legisladora Silvia Salgado, quien apoyó la reconsideración de la moción, aseguró que las causas para que no existan votos en el pleno para tratar este tema son los prejuicios sobre el papel de los medios en los procesos electorales.

Señaló que ella también fue víctima de la exclusión de parte de la prensa. Sin embargo, Salgado subrayó que esto no puede responder en función “a lo que me hicieron” y no “volver a hacer lo que antes me hacían”.

Bucaram planteó que, en el caso de que no pase la reconsideración, haya una ley interpretativa que regule los alcances del veto presidencial en el tema de los medios y evite que esto se realice a través de un reglamento del CNE, pero eso ya no pudo ser.