El senador y precandidato presidencial demócrata se habría impuesto con 64 por ciento de los votos, según proyecciones de los medios de comunicación. Este resultado mantendría a Sanders en la carrera por la candidatura.

Con cerca del 80% de los resultados de los caucus (o asambleas populares) del estado de Maine escrutados, Sanders aventajaba a su rival, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que sumaba apenas un 36%.

Sanders representa al vecino estado de Vermont y ha registrado buenos resultados en Nueva Inglaterra, como se conoce la región noreste de Estados Unidos conformada por los estados de Maine, Nuevo Hampshire, Vermont, Massachusetts, Rhode Island y Connecticut.

Este resultado mantendría a Sanders, que se describe como un socialista demócrata, en la carrera para elegir al candidato demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre. Sería su octava victoria en las primarias, frente a las doce que lleva Clinton hasta ahora. En Maine están en juego 30 delegados a la Convención Nacional del partido.

Sin embargo, el contundente triunfo de Sanders este domingo cambia muy poco el panorama de la contienda por la nominación demócrata a la candidatura presidencial de Estados Unidos.

Clinton entró en las primarias del domingo con un gran margen en términos del número de delegados comprometidos, con 610 frente a los 411 de Sanders.

En el lado republicano, el senador por Florida Marco Rubio conquistó el domingo su segunda victoria desde el comienzo del proceso de nominación republicana, el 1 de febrero.

De acuerdo con las proyecciones de las principales cadenas de televisión estadounidenses poco después del cierre de las urnas, Rubio fue proclamado ganador de las primarias republicanas de Puerto Rico.

El senador por Florida logró llevarse los 23 delegados en juego, debido a que obtuvo más de la mitad de los votos.

No obstante, esta importante victoria de Rubio también tiene poco impacto sobre el proceso de nominación republicana.

El magnate neoyorkino Donald Trump y el senador por Texas Ted Cruz llegaron al domingo con 382 y 300 delegados, respectivamente, en comparación con los 128 de Rubio, según informó el rotativo The New York Times.

Tras sus deslucidos logros en las primarias celebradas en febrero, así como en las de las jornadas conocidas como el supermartes (1 de marzo) y el supersábado (5 de marzo), Rubio, una vez considerado por la corriente principal del Partido Republicano como alternativa a Trump, después de que Jeb Bush anunciase su retirada de la contienda, se enfrenta a una batalla difícil para justificar su permanencia en la carrera.

En las próximas primarias republicanas de Florida, que se llevarán a cabo el 15 de marzo, se otorgarán un total de 99 delegados, y por primera vez en los caucus de 2016, en base a la regla de "el ganador se lo lleva todo". Esta sería la última oportunidad de Rubio para convencer a la corriente principal republicana de que él, y no Cruz, merece su apoyo.

Sin embargo, las múltiples encuestas muestran que actualmente Rubio va a la zaga de Trump, con un gran margen, en su estado natal de Florida.

* Con información de DW y Xinhua.