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Semana en Honduras será decisiva luego de manifestación de este sábado
Domingo, Mayo 17, 2015 - 15:24

El clamor de más de 60 mil personas que ayer sábado en la Plaza de la Constitución exigieron la renuncia del Presidente Otto Pérez Molina tendrá sus repercusiones esta semana, según analistas.

Tegucigalpa. Las peticiones de ayer y que forman parte de un movimiento que inició el 25 de abril, tenían diferentes destinos, el mayor fue hacia Pérez Molina, a quien le exigieron la renuncia, pero también a candidatos a la presidencia, partidos políticos y los otros poderes del Estado.

Marcio Palacio, politólogo y Luis Mack, sociólogo, coinciden en que la manifestación fue histórica y reflejó el espíritu de unidad, civismo e indignación de la población ante la corrupción.

La renuncia.Palacios considera que el mandatario ya está bajo fuerte presión y debería renunciar, pues es un clamor de 60 mil guatemaltecos, “no le queda otra frente al clamor popular”, asegura.

El también director de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos (Usac), dice que desde la semana pasada se mencionan nombres de personas que podrían sustituir al mandatario, Catalina Soberanis y Edmont Mulet, son los que se rumoran.

Mack también cree que Pérez Molina está “a un paso de que renuncie” y que los políticos en el Congreso, designaron a un vicemandatario –Alejandro Maldonado Aguirre- bajo la previsión de que pueda convertirse en Presidente y haga él la transición del mandato.

Reformas. Ambos expertos consideran que más allá de la renuncia del mandatario, lo importante es aprovechar la oportunidad de hacer reformas al Estado y modificar leyes, en especial la Electoral y de Partidos Políticos.

“Como Usac se pide reforma del Estado, y que la investigación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público se dirija hacia corruptos y corruptores”, dice Palacios.

Mack afirma que es necesario que a partir de ahora tienen que haber políticos más responsables, que tienen que dar pasos firmes para tratar de reformar el sistema y cambiar la forma de hacer política.

“El sistema se arriesga a, que si no se hace caso al clamor popular y según las experiencias, ese clamor se convierte en ira y se podrían aprovechar por algunos políticos de mala manera para hacer una transición de forma violenta”, dice el sociólogo.

Autores

PrensaLibre.com