Los dirigentes gremiales no acataron la orden judicial de garantizar la circulación del 70% de los autobuses y mantuvieron la paralización este miércoles en la ciudad carioca, una de las principales sedes del evento ecuménico.
Los choferes del transporte público de Río de Janeiro llevan adelante este miércoles su segundo día de huelga, mientras la policía de Pernambuco comenzó un paro por tiempo indeterminado, en el marco de una ola de medidas de fuerza a sólo 29 días del inicio del Mundial de fútbol.
Los dirigentes gremiales no acataron la orden judicial de garantizar la circulación del 70% de los autobuses y mantuvieron la paralización este miércoles en la ciudad carioca, una de las principales sedes del evento ecuménico.
La huelga de este martes ocasionó trastornos a cerca de 2 millones de personas y el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, acusó de "oportunistas" a los huelguistas, según reportó la agencia ANSA.
La alcaldía carioca analiza un plan de emergencia ante eventuales paros durante el Mundial.
Los choferes y cobradores de seis ciudades de la región metropolitana de Río se plegaron hoy a la huelga iniciada ayer en la capital.
Por otra parte, la Policía Militarizada de Pernambuco, estado nordestino que también será sede de la Copa, inició hoy una huelga por tiempo indeterminado.
