Un total de 57 manifestaciones están convocadas en todo el país para que los ciudadanos españoles puedan elevar su protesta por una reforma que los sindicatos consideran "ineficaz, inútil e innecesaria".

Madrid. Los dos principales sindicatos españoles, Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), quieren convertir este domingo las calles de toda España en un "clamor" contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno, que abarata y facilita los despidos.

Un total de 57 manifestaciones están convocadas en todo el país para que los ciudadanos españoles puedan elevar su protesta por una reforma que ambos sindicatos consideran "ineficaz, inútil e innecesaria".

Tanto CCOO como UGT creen que la reforma laboral adoptada es la del despido libre, ya que se generaliza el despido con una indemnización de 20 días por año trabajado para las empresas con problemas económicos.

Según los representantes sindicales, la cita de este domingo, que está respaldada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el principal en la oposición, e Izquierda Unida (IU), será el inicio de una campaña "creciente y sostenida" contra los cambios introducidos en el mercado laboral por el gubernamental Partido Popular (PP).

El siguiente paso, precisan los sindicatos, será respaldar la protesta que a nivel europeo se ha fijado para el próximo 29 de febrero contra los recortes sociales implantados en la UE.

Del éxito que tenga la de este domingo y de que el Gobierno de España rectifique su reforma laboral dependerá el que CCOO y UGT acaben llamando a la huelga general.

Hasta el momento, sus secretarios generales, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, reiteran su mensaje de que es el Gobierno el que debe evitarla.

Su estrategia es hacer labor de "pedagogía" en la sociedad para que se conozca la letra pequeña de la reforma, que consideran el mayor ataque de la democracia contra los derechos de los trabajadores, y de la que advierten que va generar más empleo y precariedad.

Además, CCOO y UGT avisan de que a finales de marzo, cuando se presenten los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2012, puede que haya nuevos recortes, a través de los impuestos, así como rebaja de salarios para los funcionarios.

De acuerdo con esa argumentación si hubiera huelga general no sería antes de abril.

El Gobierno español cree que no es momento de movilizaciones, si no de presentar propuestas a la reforma, que reduce la indemnización para trabajadores fijos que sean despedidos de forma improcedente desde los actuales 45 días por año trabajados a sólo 33, con un máximo de 24 mensualidades, en lugar de las 42 de ahora.

Pero lo que más preocupa a los sindicatos y a la oposición es que se generaliza la indemnización de 20 días por año trabajado para el despido objetivo, de manera que la disminución persistente de ingresos "durante tres trimestres consecutivos" será motivo suficiente para recurrir al despido.

El ejecutivo de Mariano Rajoy ha justificado la reforma para flexibilizar el mercado laboral y poner fin a la "sangría" del desempleo en España, que alcanza ya al 23% de la población activa, y al 48% en el caso de los jóvenes menores de 25 años.