Pasar al contenido principal

ES / EN

Sindicatos opositores de Argentina se encuentran en huelga este jueves contra el gobierno
Jueves, Agosto 28, 2014 - 07:30

La medida de fuerza la inició el ala opositora de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), que agrupa a sindicatos de trabajadores estatales, y concluirá este jueves a medianoche.

Buenos Aires. Sindicatos opositores, con el apoyo de movimientos de izquierda y sectores rurales, iniciaron hoy en Argentina una huelga de 36 horas en rechazo de las políticas del Gobierno, que considera que se trata de una protesta "política".

La medida de fuerza la inició el ala opositora de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), que agrupa a sindicatos de trabajadores estatales, y concluirá este jueves a medianoche.

El sector opositor de la Confederación General del Trabajo (CGT), que reúne, entre otros, a poderosos gremios del transporte, se sumó a la protesta con una huelga de 24 horas.

Ambas centrales han convocado a la huelga para reclamar, entre otras cosas, la reapertura de las negociaciones salariales, debido a la alta inflación y la modificación del impuesto que pesa sobre los salarios.

La medida de fuerza afectó ya a dependencias públicas, como hospitales, escuelas y tribunales, pero este jueves varias otras actividades se verán alteradas.

Los gremios agrupados en la CTA opositora, junto a fuerzas de izquierda, como el Partido Obrero, que apoyan la protesta, marcharon hoy en Buenos Aires, desde la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo, hasta el Parlamento.

"Va a ser un paro con mucha adhesión. Hay un deseo muy grande de demostrar ante las autoridades que la gente está agotada y pidiendo respuestas", dijo el líder del ala opositora del CGT, Hugo Moyano, antiguo aliado de la presidenta Fernández y ahora uno de sus principales rivales políticos.

Moyano dijo en una rueda de prensa que no está de acuerdo con realizar movilizaciones y bloqueos este jueves para no darle argumentos al gobierno, que podría decir luego que la gente no pudo ir a trabajar por los cortes de calles.

Sin embargo, admitió que hay sindicatos del interior del país que se movilizarán y grupos de izquierda que podrían hacer cortes de calles.

El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, acusó a los sindicatos de realizar una huelga general "de naturaleza política" y aseguró que los paros convocados para hoy y este jueves "son funcionales a la estrategia de los fondos buitre" que litigan contra Argentina en tribunales de Nueva York por la deuda impagada.

"No hay ninguna duda de que éste es un paro político de carácter opositor. Gran parte de estos sindicalistas forman parte de alineamientos políticos y me parece bien que lo hagan, pero para eso hay elecciones en 2015", dijo Capitanich en una rueda de prensa.

El jefe de ministros argentino cuestionó los cortes de calles y carreteras y señaló que "muestran la debilidad de los que quieren hacerse sentir".

Aunque el sindicato de los chóferes de ómnibus y el gremio de los taxistas no se han sumado a la huelga, el transporte publico estará complicado este jueves, pues los maquinistas de trenes, así como algunos trabajadores del metro y las azafatas y técnicos aeronáuticos no van a trabajar.

Tampoco habrá transporte de carga, servicios bancarios, gastronómicos, portuarios ni venta de combustibles, sectores cuyos gremios se adhieren a la protesta.

A la medida de fuerza ha decidido adherir también la Federación Agraria Argentina, que propuso a los agricultores no comercializar sus productos este jueves.

Según datos difundidos la semana pasada por el Instituto de Estadísticas de Argentina, la tasa de desempleo se situó en el segundo trimestre del año en un 7,5%, 0,3 puntos porcentuales más que en igual período de 2013.

Si bien el indicador está lejos del pico del 24,1 % registrado durante la crisis de 2001-2002, refleja un avance del desempleo por segundo trimestre consecutivo y el nivel más alto desde el primer trimestre de 2013.

Los datos oficiales de desempleo no reflejan otra de las problemáticas que afectan al mercado laboral, las suspensiones, que empezaron a sentirse con fuerza en la industria automotriz y ahora comienzan a afectar a otros sectores manufactureros.

Autores

EFE